Cansado de ver cómo el país se va a pique, Enrique de la Madrid pone el dedo en la llaga y habla con optimismo sobre las alternativas que sí existen para arrebatarle la presidencia de la República a Morena, en 2024.
Cuidadoso de no violar la ley, de la Madrid Cordero reconoce los fallos de un gobierno, el de López Obrador, que al día de hoy suma más de 100 mil muertos por homicidios violentos (y eso que no se contabilizan las ausencias por la terrible gestión de la pandemia de Covid en México).
Contrario a los gritos y sombrerazos que una mañana sí y otra también, se lanzan desde el Palacio Nacional contra los empresarios, de la Madrid sostiene que afuera de nuestro país se encuentran inversionistas serios que están interesados en apostar su capital en México generando con ello empleos y desarrollo, sin embargo, advierte que estas inversiones no se concretarán mientras continúen los discursos de odio y se siga pisoteando el Estado de Derecho.
En la entrevista que me concedió para Intolerancia Diario y que transmitimos anoche por el Canal TVin, en el programa Destrozando la Noticia, el abogado respondió a los cuestionamientos sobre sus orígenes y sostuvo que haber crecido con privilegios no le impidió conocer el sufrimiento de los menos favorecidos, incluso cuestionó si realmente las políticas aplicadas en los últimos meses han podido mejorar la calidad de vida de los “pobres”.
La respuesta es obvia. El número de personas que hoy no tienen para pagar los servicios y productos de la canasta básica es mucho menor que cuando Andrés Manuel rindió protesta y ante la enorme inflación que vivimos es posible advertir que en la siguiente medición de Coneval, el número de personas en pobreza y pobreza extrema será aún mayor.
Aseguró que se encuentra en un momento de su vida en dónde su mayor preocupación es qué más puede hacer por México.
El director del Centro para el Futuro de las Ciudades del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) sostuvo que a los representantes de la 4T sólo les interesa el poder, situación que da pie a un cambio de partido en 2024: “No solamente hay condiciones, sino que tiene que ser. Si la propuesta del gobierno actual fuera viable, inteligente, razonable y para un mejor México, yo diría que bueno, que se sigan, pero no van bien. Van al revés y no entienden el mundo ni les interesa como la economía ni que la gente mejore”.
El exsecretario federal de Turismo sabe que las siglas del PRI, así como su apellido e incluso haber nacido en sábanas de seda, podrían generar un rechazo inicial, sin embargo, subraya la importancia de quitarnos las etiquetas y dejar de polarizar en un país que ya no puede con tantas fracturas: “La polarización distrae, en lugar de estarnos preguntando cómo mejorar, nos la pasamos distraídos todo el día”.
Y finalmente reconoció que nuestro país está siguiendo los pasos de otros que han caído en desgracia como Venezuela: “Me preocupa el camino por el que va el país, porque me sé el final de la película. Si así seguimos tendremos un país más pobre, más inseguro y donde perdamos el futuro”.