Con 330 hectáreas de bambú en Las Margaritas, municipio de Hueytamalco, en Puebla, una inversión programada cercana a los 10 millones de pesos y un plan de acciones para la industrialización y comercialización, Volkswagen de México ha venido a dar un nuevo impulso al desarrollo de esta cadena productiva que se empezó a integrar en el estado en el año 2000.
La política de Desarrollo de Cadenas Productivas Agroalimentarias se empezó a aplicar en nuestro estado por primera vez en el año 2005, como una respuesta a la tradición de solo atender la demanda de los productores y como una estrategia que direcciona los recursos a las áreas de mayor potencial productivo, sin descuidar el autoconsumo de los pequeños productores y el cuidado de los recursos naturales.
Así, se identificaron 25 cadenas productivas que empezaron a apoyarse en la integración de sus Planes de Desarrollo y en la atención de necesidades básicas como servicios de capacitación y acompañamiento técnico, servicios logísticos como certificaciones, sanidad e inocuidad, innovación y tecnificación, financiamiento, infraestructura de acopio, procesamiento y comercialización.
Esta fue la estrategia para fortalecer el desarrollo de las hortalizas poblanas que se siembran en más de 55 mil hectáreas y de las que se exportan más de 250 mil toneladas a Estados Unidos, Canadá y otros 30 países.
Es la producción constante, la calidad, bajos costos y volúmenes mínimos, lo que permite acceder a los mercados nacionales e internacionales, y este es un gran reto ante el tamaño reducido de las unidades productivas, el trabajo individual y la dependencia de lluvias en un 85 por ciento de la superficie agropecuaria estatal.
Historias de desarrollo que hoy se ven en Puebla como el mezcal, la exportación de hortalizas, el desarrollo de invernaderos en Aquixtla-Tetela de Ocampo, el lichi, la ganadería, el café, el cultivo de pitahaya, la productividad de la caña de azúcar, el desarrollo del sorgo y varios proyectos acuícolas, iniciaron su desarrollo en el año 2000 y se fortalecieron a partir del 2005 con políticas, estrategia y recursos para el campo poblano, como ha estado a la vista de todos.
Como antes hemos comentado, el bambú en Puebla se hizo Programa de Gobierno en el año 2000, derivado del desbordamiento del Río Apulco en la Colonia Morelos, del municipio de Tenampulco, después de las lluvias torrenciales de 1999 en la Sierra Nororiente. La comunidad pidió protección contra nuevos desbordamientos del río y se estableció una barrera viva de 2 kilómetros de bambú, siendo la primera cortina protectora contra desbordamiento de ríos en América Latina.
A los 3-4 años, esta cortina dio varas de bambú a los pobladores que las empezaron a utilizar en diversas aplicaciones como construir palapas, corrales, viviendas o elaborar artesanías. Hoy existe bambú en más de 100 municipios poblanos, incluida la Mixteca.
Organizaciones como Tosepan de Cuetzalan, apoyada por los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura en el Banco de México (FIRA), hicieron grandes aportes al desarrollo del bambú poblano. Además, crearon la Unión de Productores y el Consejo Poblano del Bambú. Se enviaron técnicos a Colombia, se firmaron acuerdos de cooperación y se trajeron expertos colombianos para apoyar a nuestros productores.
En 2007, se visitó la Feria Mundial del Bambú en Hang Zhou, China y se firmó un acuerdo de cooperación técnica entre la Secretaría de Desarrollo Rural de Puebla y el Instituto Nacional Chino del Bambú para la preparación de jóvenes poblanos.
Agradezco a los productores y empresarios que creyeron en esta alternativa y que hoy con gran orgullo producen varas para diversos usos; reglillas, derivados de papel, vigas industriales, palapas, corrales, casas, invernaderos, bodegas, brotes para consumo alimenticio, cerveza de bambú y palillos de diferentes dimensiones. Grupos de trabajo de BUAP, ITESM, UPAEP, UDLA e ITST han tenido grandes aportes.
Derivado de la fabricación de la camioneta Tiguán en Puebla, Volkswagen de México requería presentar un proyecto para mitigar el impacto contaminante de este proyecto, según lo establece la ley del ramo. Los directivos encargados de esta tarea, se acercaron a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Delegación Puebla.
Después de descartar otras opciones, se acordó desarrollar un Proyecto de Bambú en la Sierra Nororiente de Puebla, en el Campo Experimental Las Margaritas, bajo la administración del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (INIFAP).
Son 330 hectáreas adicionales de bambú para Puebla, que tendrán una aportación significativa para hacer mayores volúmenes junto a la superficie existente, que fortalecerá la viabilidad de procesamiento industrial. Es una inversión privada cercana a los 10 millones de pesos que refuerza la cadena productiva y un plan de acciones para la industrialización y comercialización con grandes expectativas para llegar al mercado alemán y europeo.
Además de los productos maderables y celulósicos, el carbón de bambú y el pellet combustible vienen emergiendo como energías renovables.