Mientras todo el cochinero de Norma Layón sigue saliendo a flote en San Martín Texmelucan, quien de plano tiene las horas contadas pa’ gozar de su libertad por la tragedia en San Baltazar Temaxcalac, es quien fuera director de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, Julio César Toxqui.

Resulta que por más artimañas que la Norma se ande sacando de la manga pa’ maquillar el desplome de una “cisterna elevada”, tarde o temprano la voladora le habrá de caer y completita.

Si no me creen, banda, basta con echarle ojo a la intentona que se rifó pa’ tratar de calmar las aguas, y poner al mentado Julio César Toxqui como toda una carne de cañón, pa’ salvarle el pellejo.

Pos cómo no, si no le quedaba de otra que aplicar la vieja confiable de lanzarlo al desfiladero, y ya puesto de a pechito dejarlo a su suerte pa’ que cargue con todo el peso de Doña Justicia. Como si con pura pinche magia la tragedia que tiene en las manos se borrara, nomás con separar del cargo a su chivo expiatorio, y tenderle la cama pa’ que se lo cargue el payaso.

Lo malo, pa’ la suerte de la presencia, es que tarde o temprano el Toxqui, va a tener que cantar pa’ salvar el pellejo y, en una de esas, hasta devolverle este favorcito.

Pos si alguien sabe las porquerías que se gasta la alcaldesa, y la red de cochupos que a todas luces imponen sus hordas, es ni más ni menos que su “lado flaco”.

Y ahí nomás pa’ que se den color, ya lo dijo el góber: que ni se crean que con decisiones así se borran las culpas por la tragedia de San Baltazar Temaxcalac.

A estas pinches porquerías habrá que sumar las intentonas de Layón, pa’ levantar cuanta cortina de humo pueda, y ponerse en plan de víctima; que si conflictos de agua, luchas en juntas auxiliares por el poder.

Es más, mis valedores, el colmo de su mentada desvergüenza es afirmar que todo se trató de un “error de cálculo”, y que la tragedia no define su gobierno, se da el lujo de desconocer a los muertitos al cacarear que nomás fueron dos y no tres.

Por si no fuera poco, hasta se atrevió a decir que fue agredida por un grupo de choque, como si la furia social nomás fuera invención de la banda, y ella toda una presidenta modelo.

No hay duda que ya se le fueron las “cabras al monte”, pos eso de declarar que inauguró obras sin haberlas recibido, mucho menos hacer caso a los peritajes, y hasta culpar al fulano que abrió las válvulas de agua nomás por no estar capacitado.

La Netflix, alguien debería decirle que calladita se ve más bonita pos nomás no deja de exhibirse cómo se manchó las manos de sangre.

¿Voy bien o me regreso?