Un volantazo antes de estrellarse literalmente salvó por el momento a los senadores Ricardo Monreal y por ende a Alejandro Armenta Mier, cuando estaba a punto de anularse extender la presencia del Ejército y la Marina Armada en tareas de seguridad pública.  

Con la maniobra de último minuto, les da tiempo y una bocanada de aire, para tratar de conseguir los votos faltantes.  

Y es que el tema es de tal importancia para el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, que no se quieren arriesgar a perder, sobre todo con miras al 2024.  

“En tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial, el Presidente de la República podrá disponer de la Fuerza Armada permanente en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria”, dice el dictamen que fue regresado a comisiones del Senado.  

Ese párrafo es parte de la manzana de la discordia.

Finalmente, este miércoles, el pleno del Senado determinó suspender la votación de la reforma constitucional impulsada por Morena y parte del PRI.  

Se evitó de último minuto que se contaran los votos, ya que el grupo morenista no tenía los necesarios para aprobar la participación de los militares en tareas de seguridad pública hasta 2028.  

Los presidentes de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos, Segunda del Senado retiraron el dictamen que se discutía en el pleno, en el volantazo de Morena.  

Así, se canceló la votación de la minuta enviada por la Cámara de Diputados, porque si no alcanzaba la mayoría calificada, o sea dos tercios de los votos, por tratarse de una reforma constitucional, el dictamen quedaría anulado.  

Nada más les faltaron 10 votos del bloque opositor.

El proyecto que se discutía es sobre el Artículo Quinto Transitorio del decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política, en materia de Guardia Nacional, publicado el 26 de marzo de 2019.  

El dictamen original plantea que, durante los 10 años siguientes a 2019, cuando se aprobó la primera enmienda en la materia, los militares puedan permanecer en las calles en tareas de seguridad, en lugar de los cinco años que establece la disposición actual.  

Todo queda en stand by.

Tiempo al tiempo.