La comilona de arranque de la temporada del Mole de Caderas, encabezada por el gobernador Miguel Barbosa, se ha convertido ya en una tradición.  

Y no sólo por lo cultural del rito de la matanza, sino porque también es una pasarela política, llena de mensajes.  

Al mismo tiempo, el mandatario estatal se siente en casa, porque realmente está en casa, donde demuestra su músculo.  

En este año, se pudo ver un gobernador gustoso, disfrutando el momento, la cúspide de su mandato.  

Y es que la comilona se ha vuelto tácitamente en el día del gobernador, donde en vísperas del fin de año, se aprecia un recuento de logros y planes por venir.   

Por eso todos están atentos a los mensajes y nadie quiere faltar.  

Apenas días antes, el titular del Poder Ejecutivo en Puebla tuvo logros que realmente transformarán la vida legal en el estado, como son las reformas a las leyes del Notariado y del Poder Judicial.  

De esta forma, el mandatario estatal demostró los años de experiencia en el mundo legislativo, con un colmillo retorcido para sacar dos temas muy candentes y nada fáciles, en los que se pisaron muchos intereses y callos.  

Las reformas son un verdadero combate a la corrupción desde las raíces, que transformará Puebla en ese ámbito anquilosado del Poder Judicial y de los fedatarios.  

Y lo mejor, salió impoluto y sin raspones.   

Esos eran los comentarios en las mesas de la comilona en la Ex Hacienda La Carlota en Tehuacán, donde compartieron la sal desde diputados, senadores, funcionarios de gabinete, empresarios, ediles y periodistas.  

Mientras tanto, casi todas las corcholatas del gobernador se placeaban de mesa en mesa, saludando, conociendo, agradeciendo, guiñando ojos y hasta tragando sapos con algunos detractores, claro, sin hacer gestos.  

Además, si alguien lo dudaba, hasta el presidente del Senado y también aspirante a gobernador, Alejandro Armenta Mier, llegó a saludar al mandatario, con quien platicó un ratito.  

Y digo, casi todos, porque fue notoria y muy comentada la ausencia del secretario de Educación, Melitón Lozano.  

Andaría ocupado o lo mandaron por las Cocas, una de dos.  

En tanto, el gobernador nuevamente disfrutó y demostró el músculo, el cuál en lugar de verse mermado con el paso de la administración, ha ido creciendo, gracias a un ejercicio día con día.  

Y ya viene el 2023, año de definiciones.

Tiempo al tiempo.