Las tradiciones y costumbres hacen buena parte de quienes somos. No importa que algunas sean mezcolanza entre las prácticas católicas de Europa y las usanzas de cosmovisiones indígenas. Las fiestas y las pachangas las hacemos nuestras, como el día de muertos y todo lo que lo rodea.
Nuestra agricultura nacional está presente en forma de calabazas en tacha y las flores que envuelven la conmemoración. Constelaciones de nubes, terciopelos, pensamientos y la reina de todas: el cempasúchil.
Puebla es el campeón indiscutible de la flor de veinte flores. Este año a nivel nacional hubo un sensible incremento en la superficie sembrada de flores de temporada, esto como reacción de los severos tiempos dictados por las cuarentenas COVID. De las dos mil hectáreas sembradas de manera oficial más de la mitad en nuestra entidad.
Esto no siempre ha sido así. Alrededor de 2004 Puebla comenzó a cuajar como el principal productor nacional de cempasúchil. Antes, en la carrera estaban estados como Sinaloa o Michoacán, ambos retirándose por cultivos más rentables, amén de recordar que la flor no solo sirve para arreglar el altar, también tiene usos en industriales. Desde colorantes para la manufactura alimentaria hasta suplemento alimenticio para que las gallinas pongan yemas más atrayentes.
Con esta tradición y consolidación de industrias con mayoría de edad, ya dieciocho años de esto, no vale la pena colgarse medallas ajenas cuando el esfuerzo fue de los trabajos y apoyos de aquellos años. Especialmente de los agricultores que decidieron apostar por este cultivo.
Y es que en México se consume esta flor para ornamentar más que nunca. Esto ha traído competencias desleales por el mercado, o al menos esta idea así ha sido vendida con “el cempasúchil chino”. Este tema fue amplificado por las redes sociales, quienes llevaron una narrativa de no comprar flor china y mejor apoyar lo local. La conversación es más complicada que blanco y negro.
La planta “china” es una caléndula, llamada Marigold, cuya variedad se ha mejorado para rendir más, tener flores más vívidas y, principalmente, ser resistente. Esta planta se usa para “usos rudos” de la planta. En camellones, centros comerciales y calles esta variedad resulta mejor. Reforma en estos días está llena de ellas.
Muchas semillas y material vegetal mexicano se siguen usando, pero esto es principalmente para la flor en su versión de corte. Aunque las semillas vienen del extranjero, pero no de China, el trabajo es hecho por manos mexicanas y financiado principalmente por emprendedores del campo.
Por supuesto que los argumentos son risibles y poco congruentes cuando hacemos memoria y recordamos que el día de muertos y las celebraciones a su alrededor están de moda gracias una película de Disney-Pixar y un desfile inventado del agente 007. Las tradiciones las debemos respetar, son para nuestros muertos al final, pero si le sacamos algo con turismo cultural respetuoso y solemne creo que desde allá sí nos dan chance.