El presidente Andrés Manuel López Obrador se abrió paso entre la multitud, al enterarse que estaba presente el gobernador Miguel Barbosa.

Y créanme que está difícil abrirse paso entre el mar de personas que abarrotaron la avenida Reforma de Ciudad de México, para la llamada marcha del pueblo.  

Al saludarlo de mano, tácitamente recibió el gobernador un agradecimiento y espaldarazo del Ejecutivo federal, al ser quien tuvo la primera idea de una marcha en respuesta a la manifestación de apoyo al INE.  

El próximo domingo 4 de diciembre, volverá el barbosismo a demostrar su fuerza, ahora en las calles de Puebla, luego de que más de 10 mil poblanos fueron hasta Ciudad de México.  

Por eso el saludo efusivo del presidente Obrador al gobernador Barbosa, todo tiene un porqué.  

El mandatario poblano se lo ha ganado a pulso con trabajo y con un colmillo político retorcido.  

Así de simple.  

A diferencia, hubo otros, como, por ejemplo, el diputado federal, Ignacio Mier, quien, con empujones y codazos, se tuvo que acercar al presidente de México, todo por la foto.  

Luego logró tomarse la gráfica añorada, la tuiteó inmediatamente colgándose la medalla: “logramos una marcha extraordinaria”.  

El chiste se cuenta solo.  

Tampoco pudieron faltar los aspirantes a la gubernatura de Puebla, todos alzaron la mano.   

Se les vio alegres a los Salomón, Olivia y Sergio, así como a José Antonio Martínez García.  

Todos trataron de hacerse presentes en sus redes sociales, como una especie de pase de lista, en la búsqueda de demostrar su espaldarazo a la 4T, pero también de mostrar su fuerza.  

Hasta Alejandro Armenta Mier, presidente del Senado, no tuvo empacho en demostrar su apoyo a López Obrador, luego de que su amigo y padrino en la Cámara Alta, Ricardo Monreal, desdeñó la marcha.  

Esta situación hizo que se dudara su presencia en las calles de Ciudad de México el pasado domingo.  

Pero no.  

Al acudir, el poblano de Acatzingo, ya demostró de qué lado masca la iguana y con quién estarán sus amores en 2024.   

Claro, si todo le sale como espera.  

Ahora todo, es cosa de tiempo.  

Tic tac.