Largo insomnio habrá de estar padeciendo la secretaria de Planeación y Finanzas, María Teresa Castro Corro, tras el escándalo de esta semana por la fallida “inversión” en Accendo Banco.
Los 600 millones de pesos no la dejarán dormir, como tampoco la clara señal del gobernador, Sergio Salomón, sobre las acciones que se habrán de seguir, para romper con la impunidad que imperó en Finanzas, durante el gobierno de Miguel Barbosa.
Y ojo, que los 600 millones de los cuales difícilmente el gobierno del estado de Puebla podrá recuperar algún peso, serían sólo la punta del iceberg.
La “inversión” no fue un error de cálculo ni de principiante, María Teresa Castro, recordemos, llegó al gabinete de Miguel Barbosa el 9 de julio de 2019, cuando recién iniciaba el gobierno del exmandatario. Antes de ser secretaría de Finanzas, era titular de la Unidad de Contabilidad Gubernamental de la SHCP.
De ahí que al contar con la experiencia necesaria y conocer parte de las actividades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, resulte poco creíble, que las alertas que se emitieron antes de la quiebra de Accendo Banco no le llamaran la atención.
Puebla -muy seguramente- perderá los 604 millones 996 mil 131 pesos y 70 centavos que invirtió en Accendo Banco, en junio de 2021, ya que se encuentra en el sexto nivel de acreedores con la clave 00100879.
Insisto, este escándalo financiero es sólo la punta de la madeja de un enorme desfalco.
Al tiempo.
Las prioridades en el Senado
Sin importarles que un juez reiteró el llamado para que los Senadores hicieran su trabajo y designaran a los tres comisionados del INAI que hacen falta, los morenistas decidieron que no era tema.
Así, por su voluntad, millones de mexicanos nos quedamos con un Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) “congelado”.
Ayer, por ejemplo, la comisionada presidenta, Blanca Lilia Ibarra acusó que al menos 500 expedientes se quedarán en pausa, porque el pleno del INAI no cuenta con quórum para sesionar.
Y ojo, que este tema lleva meses en el fuego. Hace menos de un mes la propia Ibarra Cadena, al rendir su informe anual en la Cámara Alta, les exigió a los senadores que se tomaran en serio el asunto de las designaciones y les explicó los motivos e importancia.
Pero la cerrazón de los morenistas se impuso y se impuso porque su líder moral, el inquilino de Palacio Nacional, está harto de que le exijan lo que a cualquier gobierno en democracia: Transparencia.
Y para evitar que sigan saliendo las cochinas adjudicaciones directas, los “curiosos” negocios con Sedena y las contradicciones sanitarias, el tlatoani se impuso y pausó, por el momento, el avance y la defensa de los derechos ciudadanos.
Veremos cuánto le dura el gusto.