Muchos dicen que para llegar al poder uno se debe preparar, sin embargo, lo más difícil para quienes han ejercido altos cargos públicos, es justamente estar preparados para dejar el poder.

La donación de Rosario Orozco al municipio de San Nicolás de los Ranchos junto con el video y la nueva imagen en su cuenta de Facebook da la impresión de que a la exprimera dama nadie le explicó que en la política hay reglas de oro, no escritas.

Una de ellas es respetar al nuevo gobernador, reconocer que los tiempos han cambiado y máxime cuando se trata de un periodo tan corto como el de Sergio Salomón.

Por tradición los exgobernadores se autoexilian, como una manera de mostrarle respeto al nuevo gobernador. En ocasiones, cuando alguno no lo ha entendido, ha recibido algún mensaje siciliano.

Ante la ausencia de Miguel Barbosa, la imagen más representativa del barbosismo, es justamente la de su esposa, Rosario Orozco. Ella, como exprimera dama, debería darle espacio al nuevo gobernador y al equipo con el cual, él ha decidido gobernar.

A propósito del homenaje que le realizó ayer el PRI a Melquiades Morales, recordemos que el exgobernador fue quien palomeó la candidatura de Marín, sin embargo, al final decidió autoexiliarse y respetar a su sucesor.

Tras la muerte de Miguel Barbosa se dio un reacomodo político, hoy los grupos son nuevos y quienes están en el poder tendrán pocos meses para imprimir su sello. Respetarles el espacio no es un gesto de cortesía, es una obligación del buen político.

Vivir con Don Goyo

En los últimos días su majestad, el Popocatépetl, nos ha puesto a pensar nuevamente a los poblanos. Sus espectaculares explosiones y sus imponentes sonidos, nos han regalado bellas postales, afortunadamente sin mayores consecuencias, que las molestias por la ceniza.

Hace 29 años el cráter tenía un diámetro de 1.1 kilómetros y una profundidad de 500 metros; ahora el cráter mide 1.5 kilómetros y la profundidad se redujo a 100 o 200 metros. Estos lentos, pero constantes cambios son los responsables de que ahora podamos ver -desde nuestras pantallas- una espectacular salida de lava.

Las rutas de evacuación también han cambiado mucho desde 1994 a la fecha. En aquellos años simplemente no existían los caminos. Para llegar a Santiago Xalitzintla el auto tenía que subir escalinatas, prácticamente era imposible seguir.

Entonces se invertían dos horas de Puebla a Xalitzintla y si se intentaba llegar a San Pedro Benito Juárez, se necesitaban hasta cuatro horas. El tiempo se redujo en ambos casos a una hora.

Sin duda tenemos muchas cosas por mejorar, en este mismo espacio, hablamos de la importancia de tener siempre los protocolos de Protección Civil y no sólo cuando despierta Don Goyo, sin embargo, a tres décadas de distancia, conviene recordar lo que hemos avanzado.