En la Auditoría Superior del Estado dicen que las aguas andan muy turbulentas. En las últimas horas, el rumor de la salida de Amanda Gómez Nava como titular de la misma, cobró fuerza, mientras que los diputados no quitan el dedo del renglón pidiendo su salida.

Hay que recordar que en su reciente comparecencia ante los diputados, Amanda Nava no dejó un buen sabor de boca, sus respuestas fueron tan escuetas, ambiguas y evasivas que incluso le tuvieron que enviar un cuestionario, para que respondiera las dudas que no contestó en su encuentro.

De las camionetas, los escoltas, el cierre de calles y la prepotencia con que se dirigió el día en que fue llamada a comparecer, mejor ni hablamos.

En el colmo del cinismo, Gómez Nava les respondió a los legisladores que simplemente no tenía información sobre el crédito fiscal y que será hasta el próximo año, en noviembre, cuando se pueda conocer el presunto daño a la hacienda pública, así como el monto.

Sobre la pésima inversión de más de 600 millones de pesos que realizó la antigua secretaria de Finanzas y que la ASE simplemente no vio, respondió que será en enero próximo cuando esté en condiciones de explicarle a los poblanos si se trataron de recursos estatales o federales.

Y aunque para el caso da lo mismo, porque al final se trata de una importante cantidad de dinero que difícilmente podrá ser recuperada, su respuesta nos lleva a cuestionarnos seriamente sobre su trabajo como fiscalizadora.

La pregunta es simple, si no pudo advertir estos boquetes financieros, incluso después de haber sido titular de la Función Pública, ¿cuántos errores más o cuentas públicas sin cuadrar, aprobó?

Afortunadamente la llegada de Maritza Vergara Gámez a la Unidad Técnica de la Comisión de Control, Vigilancia y Evaluación de la Auditoría Superior del Estado, fue una señal de que se está poniendo orden en la ASE.

Maritza Vergara cuenta con el respaldo del Colegio de Contadores Públicos del Estado de Puebla, quienes le dieron el visto bueno y consideraron que difícilmente se le pueden escapar datos y cifras tan relevantes como las que ha desdeñado, Amanda Gómez.

Ahora habremos de ver si este viernes se concreta la renuncia, de la que tanto se ha hablado o si por el contrario, Gómez Nava se mantiene con pinzas, en un puesto al que llegó sin poder explicar qué es y cómo se compone una cuenta pública.

Derecho a la salud… hasta marzo

En una más de las machincuepas, ahora el presidente Andrés Manuel afirmó que en cinco meses más, es decir, en marzo de 2024 México contará con el “mejor sistema de salud pública del mundo mundial”.

La frase podría sonar hasta graciosa si no fuera porque su mentira y la incapacidad de su gobierno ha cobrado miles de vidas, lo mismo por la pandemia de Covid que por la falta de medicamentos y estudios para pacientes con cáncer.

Y ni hablar de las personas que han tenido que pasar las noches en sillas o amontonados en los pasillos de urgencias esperando a que otro paciente deje una cama para poder ser atendidos.

La crisis de salud en México, pese a los “otros datos” que tenga López Obrador requiere de una cirugía mayor y no de las agüitas con limón y mejoralitos que le están recetando.