En este espacio hemos dicho una y otra vez que la verdadera encuesta que utilizará Morena para seleccionar a la persona que coordinará la defensa de los Comités de la Cuarta Transformación en Puebla será la voz de un solo hombre: el inquilino de Palacio Nacional.
Suponiendo sin conceder que en esta ocasión la democracia fuera real y que Morena realmente hubiera realizado tanto la encuesta madre como los dos que fungirían como espejo, las mediciones tendrían que haberse levantado la semana pasada y los resultados estar listos entre jueves y viernes.
En otras palabras, antes de que Mario Delgado informara que se pospondría el anuncio hasta el 10 de noviembre, la información ya debería estar compilada.
Y entonces todo lo que hagan o dejen de hacer las corcholatas de las nueve entidades que tendrán elecciones locales no causaría ningún efecto ni para bien ni para mal.
Evidentemente eso es en el terreno ficticio de la 4T, porque insisto en que tales ejercicios difícilmente se realizarán y es casi imposible que un resultado logre cambiar la decisión de AMLO, quien ya sabemos que es terco y necio.
Sin embargo, la facilidad para aplazar la entrega de candidaturas, aunque ellos le pongan otro eufemismo para brincarse la ley electoral, nos confirma que no existen dichos estudios demoscópicos.
Es claro que las condiciones para anunciar a los ganadores (y a los perdedores) aún no estaban dadas en las nueve entidades, quizá en algunas ya, pero no en todas y por eso fue necesario aplazar la designación.
En estos momentos hay enormes jaloneos, ajustes y cobro de favores. A la fecha no han podido encontrarle la cuadratura al círculo, sobre todo después del acuerdo que aprobó el INE para que cinco de los nueve espacios sean exclusivamente para mujeres.
¿Podrá salir Morena en una sola pieza cuando se conozca a las y los perdedores?
Veremos y diremos.
AMLO ¿robó tantito?
Ayer los diputados federales aprobaron por mayoría la Cuenta Pública 2021 de Andrés Manuel. Lo hicieron con la fuerza aplastante de los legisladores morenistas que no quisieron escuchar los reclamos de la oposición, entre ellos, un faltante por más de 61 mil millones de pesos, algo así como el presupuesto conjunto de todo un año para los estados de Campeche y Aguascalientes.
De poco sirvió que se cuestionará en dónde quedaron los recursos de Segalmex, el mayor desfalco a la hacienda pública, incluso más grande que la llamada Estafa Maestra.
El dictamen -avalado en la Comisión de Presupuesto- pasará al Pleno de San Lázaro, donde Morena cuenta con la mayoría simple que necesita para aprobar a López Obrador su Cuenta Pública de 2021, un año pandémico.
En esa misma comisión se declaró “sesión permanente” para comenzar el análisis del Presupuesto de Egresos de la Federación 2023, una de las mayores preocupaciones de AMLO y más en el año de Hidalgo.