El camino político de Sergio Salomón está lleno de sorpresas. La más grande, su llegada al gobierno de Puebla. Él afirma que se trata de circunstancias y momentos.

Ayer durante el programa de Off The Record el gobernador se mostró tal cual es. Anotó en tinta azúl las ideas y respondió pacientemente una a una las preguntas que le realizaron las periodistas. Ahí dio muestra del oficio político que lo ha caracterizado.

Seguridad, obras, economía, política, su relación con AMLO, su vida en familia, su futuro político, su compromiso con la mixteca y la educación, fueron algunos de los temas que abordó.

Recordó la importancia de las formas en el arte de la política y la necesidad de generar unidad, a través del respeto a las distintas expresiones.

Fue ahí donde prometió piso parejo, no sólo para los aspirantes de Morena, el partido que lo cobija, si no también para el resto de las y los futuros candidatos. Incluso adelantó que podría ausentarse de eventos para evitar que su presencia pueda mal interpretarse.

Como en casi todos sus discursos, Sergio citó que su administración tiene una fecha fatal. Reconocer que un día se acabará su encargo en la administración pública es quizá, la mejor virtud de su gobierno. Otros exmandatarios han caído en la tentación de retener el poder bajo su mando.

Salomón se dejó conocer. Contó lo que le gusta comer, lo que suele hacer en sus contadostiempos libres”, su preocupación por dejarle a sus hijas una Puebla mejor y la gran admiración que tiene por su esposa, Gaby.

Se trata de un hombre que lo mismo recorre la mixteca en helicóptero para encontrar soluciones ante la pobreza de la región, que camina por el mercado de Tepeaca, el municipio que lo vio nacer “para mantener los pies en la tierra”.

Al hablar del estado de Puebla no sólo enlistó los 12 Pueblos Mágicos o de los próximos eventos de gran envergadura, como la llegada del IPN o el hackatón, mencionó también la grandeza de quienes habitan el estado, la gastronomía y el talento que existe en el estado.

Ese amor al estado es también un rasgo que en otras administraciones no estuvo presente, porque no es lo mismo decir que se ama a un estado en un spot o posar en una fotografía electorera, que realmente conocer las necesidades de las regiones del estado.

La sensibilidad de Sergio Salomón marca, desde hoy, la diferencia frente a otros sexenios.