Resulta que la Coparmex camotera se terminó echando pa’ tras en su intentona pa’ organizar un segundo debate entre los candidatos que se andan tronando los dedulces pa’ llegar a la casona de El Alto.

El dirigente del sindicato de empresarios, Rubén Furlong Martínez, quedó como el payaso de las cachetadas luego de estar como cuchillito de palo con el debate.

Cómo no, si apenas unas horas antes, el Rubén se encargó de gritar a los cuatro vientos en sus redes sociales, parándose el cuello que desde la Coparmex se podía armar chingón el evento.

Hace menos de un día, palabras más y palabras menos, se envalentonó pa’ decir que si el Instituto Electoral no se ponía las pilas y desde su ronco pecho no organizaba el debate, a la de a Wilbur ellos sí podían.

Es más. En ese mismo estira y afloja, se atrevió a dar el ultimátum a los candidatos Lalo Rivera, Alejandro Armenta y Fernando Morales, banda.

Se las cantó al grano de ¿la beben o la derraman?, le entran ¿o nel?, y de paso hasta les dejaba en la mesa día y hora, pa’ que se dieran por enterados.

Eso sí, pa’ terminarla de poner sin escalas, que si no querían pos nomás que avisaran pa’ que nadie acabara aludido, y no había tos, seguían chupando tranquilos.

En la soberbia llevó la penitencia. Mientras Morales y Rivera aceptaron, y Armenta se dio a desear, el teatrito se le vino encima.

Cómo no, si no tuvo de otra que salir a echarse pa’ tras y terminar haciendo el perro oso de estas campañas pos terminó diciendo que siempre sí armar un segundo debate era muy “complicado”.

Entonces, si ya sabía que los candidatos andan en chinga a escasos días pa’ sus cierres de campaña, pa’ qué dar la cara y ponerse como mártires de la democracia.

La Netflix, el Rubén será muy líder de la Coparmex, pero de la polaca mejor que se aleje por su propio bien.

Chilchotla y la lluvia de plomo

Mientras allá por los caminos de Chilchotla se reportó el asesinato a balazos de un militante del Partido Verde, queda claro que la violencia en estas campañas lejos de acabar, sigue.

Pero y a todo esto, mis carnales, ¿qué está haciendo Doña Justicia pa’ dar con los agresores y todos los malandros que se andan pasando de lanza?

Pos la Netflix, si la mentada tendencia no se frena, al menos ya sería justo saber qué se está haciendo pa’ dar con los culpables.

Con los generadores de violencia, como les llaman, banda, pos ya falta menos pa’ las votaderas y aún seguimos en ascuas