Como bien decía mi Tía Lucha, “el que mucho abarca, poco aprieta”. Así merito le podría pasar a la dirigente estatal de todos los morenos, Olga Romero Garci-Crespo, quien a últimas fechas anda apareciendo hasta en la sopa.

Pa’ nadie es un secreto que los vencedores son los que terminan escribiendo la historia, y por eso mismo los que ponen las reglas del juego.

Tanto así, que en la repartidera de la baraja siempre se va inclinando la balanza de un lado, pos también pal’ otro, así de simple.

Pero también, mis carnales, no está por demás que el zapatero se ponga a chambear en la remandadera de los papos, justo pa’ no estar regando el tepache.

Y es que la Netflix, la Olga se ha rifado a lo sabroso en la dirigencia morenista, como pa’ tener que jugarle al pisa y corre en otras trincheras que, a ojo de buen cubero, no son lo suyo.

O qué, mis culebras, ¿va a descubrir el hoyo negro o inventarse una nueva tablita como coordinadora estatal de la Comisión de Transición de Finanzas, Administración y Función Pública?

Pos como que desde lo lejitos, no se ve cómo, banda.

Si lo suyo es mover los hilos partidistas y sacarle filo a las estrategias partidistas, ¿en qué marcará la diferencia, así como pa’ ser definitiva en el encargo?

Y es que tampoco hay que perder de vista que aunque las votaderas hayan terminado y la arrastrada pa’ la oposición sea una realidad, aún falta mucha cuerda por delante.

Tanto así que todavía faltan consumar los cambios de administraciones en todos los ayuntamientos camoteros, el gobierno cemitero, la movedera de piezas en el Congreso local, San Lázaro, el Senado.

Y, ya que estamos bien encarrilados, la montaña de impugnaciones que todavía faltan por resolver, digo, así como pa’ la cereza del pastel.

Con todo eso, mis carnales, más lo que se acumule, a la de a Wilbur, ¿a la Olga le va dar chance de rifarse chicos relevos australianos, lanzarse de la tercera cuerda y hasta contar a ras de lona, al mismo tiempo?

Cascajo en venta

¿Habrá algún partido que permita al cascajo del PRD sumarse a sus filas, nomás por el mero gusto de rescatar cartuchos quemados?

Su héroe de barrio cree que no. Que sería dispararse en las meras patrullas por un montón de basura polaca.

Y es que la tierra prometida pal’ experredista Julián Rendón Tapia es que el PT o de plano el Verde los arropen y hasta los apapachen luego de la debacle del Sol Azteca.

Pos su nieve, ¿de qué la querrá, banda?

Tanto así que los mismos perderistas no se cansaron de hacer menos al PT y al Verde, mis culebras.

¿Alguno de ellos le salvará el pellejo?