Uno de los acontecimientos más inusuales en la historia de la tauromaquia ocurrió el 15 de abril de 1950 en la plaza de toros de Orizaba. Arturo Álvarez "El Vizcaíno" se enfrentaba a un ejemplar de la ganadería de Atlanga.
El toro embistió con fiereza al caballo. Mostró bravura y peligro en la faena. Momentos antes de que el torero se cuadrara para matar, una mujer se acercó a un burladero y gritó: "Sancho".
El toro se acercó; la mujer extendió la mano y lo acarició a manera de despedida. El público, conmovido por la escena, sacó los pañuelos blancos para pedir el indulto del toro.
La mujer era Josefina Rodríguez Arroyo, hija de David Rodríguez "El Cuixtle", ganadero de Atlanga.
Josefina cuidó del becerro, cuya madre murió durante el parto. Lo alimentó con biberón y lo crio. El ternero la acompañaba por la hacienda. Hay fotos donde se ve a Josefina subiendo por las escaleras e, incluso, entrando al comedor seguida por Sancho.
El añojo fue destetado y enviado con los otros novillos. Según cuenta Emilio Rodríguez Arroyo, actual ganadero de Atlanga, su hermana acudía a los potreros a llamar a "Sancho" y le daba de comer en la boca.
El toro tuvo una vida de bravo, en libertad, con la única diferencia que era visitado por quien lo había criado de joven. Por eso, al oír el grito en la plaza, acudió al llamado de su ama.
Otra historia inspiradora es la de Josefina Rodríguez Zamora, sobrina de quien crio al toro Sancho. La también heredera del hierro de Atlanga es una mujer emprendedora, casi niña prodigio.
Dejó el rancho para irse a estudiar a la Universidad Iberoamericana de Puebla. A los 21 años era ya licenciada y empezó una exitosa carrera como servidora pública en el gobierno de Puebla.
Su espíritu la hizo regresar a la ganadería. Allí se dio cuenta de que el rancho no podía sostenerse solo con la producción de reses bravas.
Para generar ingresos adicionales creó "Casa Taurina", un concepto gastronómico que combina la cocina tradicional tlaxcalteca, ingredientes locales, con técnicas y presentaciones contemporáneas que se ha convertido en uno de los restaurantes más emblemáticos de la región. Llevó la idea a ValQuirico y ayudó a desarrollar uno de los centros turísticos más exitosos de los últimos años en México.
Inspiró a sus tíos a convertir la Hacienda de Soltepec en una experiencia turística que revelara la belleza de Tlaxcala desde todos los ángulos: vuelos en globo, cabalgatas, menú degustación estacionales y recorridos guiados a La Malinche.
Josefina promovió la creación de la Ruta Ganadera en Tlaxcala, que tiene el propósito de generar ingresos complementarios para los ganaderos y enseñar a la gente los ecosistemas que se desarrollan alrededor del toro de lidia.
En 2021, Josefina fue nombrada secretaria de turismo de Tlaxcala y ha tenido resultados espectaculares. En 2023, recibieron más de 352 mil turistas, un 43 por ciento más que en 2022, sin contar los visitantes del Campeonato Mundial de Voleibol de Playa 2023.
Sus campañas han dado visibilidad al estado más pequeño de México, mejorando en forma significativa la ocupación hotelera y la duración promedio de las estancias. En tan solo dos años, Josefina ha convertido a Tlaxcala en un referente turístico nacional.
Lo más sorprendente es su sencillez. Revisé videos y entrevistas para preparar esta nota. Se conduce con humildad y demuestra empuje e inteligencia. Dice que, antes de emprendedora y política, es ganadera de toros de lidia.
El pasado jueves 19 de julio, la presidenta electa Claudia Sheinbaum nombró a Josefina Rodríguez, ganadera de Atlanga, secretaria de turismo de México. ¡Qué Dios reparta suerte!