Omar Jiménez Castro y Julia Salas se convirtieron en unos de los más férreos activistas contra la privatización del servicio del agua en Puebla.
Desafortunadamente ambos perdieron la vida en un accidente automovilístico este sábado, cuando regresaban justamente de promover los derechos por el agua.
A Omar lo conocí durante investigaciones sobre la situación del servicio del agua en Puebla.
Ambos eran de los más conocedores del tema, al que siempre combatieron honestamente, ayudando a la gente, incluso pese a amenazas, sin que nadie pudiera comprarlos.
Omar, además de una gran persona, un buen amigo.
Incluso la mayoría de los 600 amparos que interpuso en 10 años por las irregularidades de la empresa Agua de Puebla para Todos, los hizo en su mayoría para personas de la tercera edad, los más vulnerables a los abusos.
Dejará un gran hueco imposible de llenar, pero también un gran legado.
Omar, siempre fue un activista comprometido con la defensa del agua en Puebla.
Hizo una buena mancuerna con Julia.
Su trabajo se centró en la lucha por el acceso al agua potable como un derecho humano fundamental y en la preservación de los recursos hídricos.
Jugó un papel crucial al alzar la voz contra las injusticias y la negligencia de una empresa abusiva.
Dedicó parte de su vida a la defensa del agua como un bien común, oponiéndose a iniciativas que podrían poner en peligro el acceso al agua potable para las generaciones presentes y futuras.
Su labor consistía en organizar a las comunidades, participar en protestas pacíficas y difundir información sobre los riesgos que representaban ciertos proyectos para el acceso al agua, pero, sobre todo, llevar a los tribunales los abusos.
Combatía jurídicamente en apoyo a los más necesitados.
Y siempre ganaba.
La lucha de Omar no fue fácil, ya que se enfrentaba a intereses económicos poderosos y a la indiferencia de algunas autoridades.
Sin embargo, su trabajo fue fundamental para crear conciencia sobre la importancia de la gestión sostenible del agua y para inspirar a otras personas a unirse a la lucha por los derechos ambientales en Puebla.
Deja un legado de resistencia y compromiso con la justicia en su labor en defensa del agua.
Activistas, comunidades y organizaciones deberían inspirarse en su trabajo para seguir protegiendo el agua como un derecho humano esencial.
QEPD.