Las instituciones educativas sectorizadas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), del Gobierno de México, tienen funciones claras y específicas para transformar el campo y los mares nacionales. La Universidad Autónoma Chapingo (UACH) se enfoca en la solución de problemas agropecuarios y rurales, investigación científica para aprovechar recursos agropecuarios, forestales y naturales.
En tanto, el Colegio de Postgraduados (COLPOS), se orienta en la formación de profesionistas creativos e innovadores con enfoque humanista; y, el Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero (CSAEGRO), a la educación en el sector agroalimentario a nivel superior y medio superior, así como a la formación de profesionistas y técnicos para apoyar el desarrollo y productividad del campo.
Por otro lado, también tienen una gran participación en el campo la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco (UAM-X), las Universidades Tecnológicas y la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria y Ciencias del Mar (DGETAyCM) de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que también cuenta con un Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos Agropecuarios.
De acuerdo con el Atlas Agroalimentario de México SADER 2023, en el campo viven 24 millones de personas, de una población total de 130 millones. De los 56 millones de mexicanos que trabajan: 5.4 millones lo hacen en actividades agrícolas, 869 mil en la ganadería, 101 mil en la pesca y acuacultura, y, 104 mil en otras actividades como recolección, artesanías, minería y servicios. Hay también cerca de 2 millones 800 mil jornaleros agrícolas, frecuentemente ignorados por la política pública.
México tiene 1 millón 964 mil 375 kilómetros cuadrados de territorio continental (196 millones 437 mil 500 hectáreas) y 3 millones 149 mil 920 kilómetros cuadrados de mares (314 millones 992 mil 200 hectáreas), con 11 mil kilómetros de litoral. Ocupa el 3er.lugar en producción agropecuaria en América Latina, y el 12° lugar del mundo. Existen 109 millones de hectáreas de uso ganadero y una superficie agrícola de 24.6 millones de hectáreas. La frontera agrícola actual es de 29 millones de hectáreas.
Por lo anterior, es inadmisible e inexplicable la pobreza y la problemática social y ambiental, prevalecientes desde hace décadas. El reto transformador del campo a través de la educación, la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación, es enorme. Pero hay mucha confianza en el conocimiento y voluntad política de la Presidenta Claudia Sheinbaum y la conducción de SADER y SEP, a cargo de los secretarios Julio Berdegué y Mario Delgado.
Y en Puebla, precedido de una gran trayectoria y formación política, académica y un amplio conocimiento del estado, el Gobernador, Alejandro Armenta, en un gran y audaz lance de Pensar en Grande, es un convencido de que la escuela es el espejo de la comunidad y una gran vía de transformación social.
Por eso, se ha propuesto y autoimpuesto, una tarea enorme de transformación comunitaria y regional a través de la educación con el fortalecimiento, reestructura y creación de nuevas universidades y programas educativos que resuelvan añejos rezagos y problemas socioeconómicos y ambientales que afectan a los poblanos.
Puebla, con un territorio de 34 mil 289.66 kilómetros cuadrados (3 millones 428 mil 966 hectáreas) en 217 municipios, tiene una población de 6 millones 193 mil 836 habitantes, de los que 72.8 % es urbana y 21.8 % rural. Más de la mitad de la superficie estatal, 1 millón 513 mil 013 hectáreas, es propiedad social perteneciente a mil 165 ejidos y comunidades agrarias con 180 mil sujetos de derecho. Hay 469 mil 689 unidades de producción rural de 450 mil propietarios.
Al igual que México, Puebla es un estado con enormes recursos naturales, gran potencial productivo, líder en la cantidad de centros educativos y con una ubicación geográfica extraordinaria hacia el centro y sureste del país, Centroamérica, Norteamérica, Europa y Asia -Pacifico. Igualmente, no se puede admitir la pobreza y los bajos niveles de desarrollo, aunque pueden explicarse por políticas de relumbrón que no han atendido las grandes necesidades sociales y ambientales, y la gran inestabilidad política de los últimos 10 años.
La educación, investigación, desarrollo tecnológico e innovación así como la formación de profesionistas líderes más pertinentes, vinculados a sus comunidades y regiones, en esquemas de una sólida dualidad teoría-práctica es lo que hoy impulsa Alejandro Armenta, en alineamiento con la política educativa nacional de la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Para lograrlo, se han dado los primeros pasos con al apoyo del Instituto Politécnico Nacional (IPN) para crear el Valle de la Tecnología y la Innovación, un Silicon Valley, versión poblana, que dé soporte a las necesidades de seguridad y las industrias automotriz, agroalimentaria, minera, energética, médica, hídrica y ambiental.
Se ha decidido concluir la alfabetización (leer y escribir) que afecta a más de 350 mil poblanos, reducir el rezago educativo (primaria y secundaria) y hacer reformas profundas a la educación media-superior con la adopción de modelos de bachillerato general y tecnológico que evite la dispersión de opciones poco útiles que provocan confusión y deserción escolar, sin impacto en el desarrollo laboral y económico de los egresados y sus familias.
El Gobierno de Alejandro Armenta, se propone el fortalecimiento de la educación superior y la investigación que atienda las necesidades del desarrollo regional, fortaleciendo la vinculación del sistema de universidades e institutos tecnológicos con las cadenas productivas del estado y con la creación de nuevas instituciones o campus de éstas, como la Universidad de la Tecnología y la Sostenibilidad, Universidad de la Salud, Universidad de las Fuerzas Policiales, Universidad del Deporte y Universidad de Nueva York en Puebla.
Estoy seguro que en todo esto, tendrá mucho éxito para beneficio de Puebla.