En los últimos días, las obras de empresas como Engie y Agua de Puebla han generado grandes afectaciones a las vialidades capitalinas y de paso, a quienes tenemos que circular en las calles cerradas o semi bloqueadas.
Es cierto que necesitamos hacer la transición para que los servicios se distribuyan de manera subterránea y no aérea, pero ya que Engie va a hacer un buen negocio con su red de gas natural en colonias como La Paz, sería una buena idea que el Ayuntamiento de Puebla le exigiera una contraprestación, que dejara las calles mejor de cómo las encontró.
Y de paso, que mientras la empresa está en este engorroso proceso de las obras evite el cierre de calles o al menos avise a los colonos para tomar vías alternas.
Señalizar los agujeros que cavan también se agradecería para evitar que algún despistado en las subidas o bajadas tan pronunciadas del cerro de La Paz, caiga.
Y ya que estamos en la carta a los reyes magos, si no fuera mucho pedir, sería deseable que nuestras autoridades supervisaran que al realizar estas obras de beneficio para las empresas, se mantengan limpios los alrededores porque entre los materiales de construcción y los residuos de la excavación se vuelve un cochinero.
En resumen, las obras que realizan para tener más clientes y ganancias terminan por ser un daño patrimonial a las ya lastimadas calles de nuestra capital.
Ni más ni menos
Las protestas en Salud
El enorme recorte que sufrió Puebla en materia de recursos para Salud este año, aunado a la “conversión” del IMSS-Bienestar terminaron por reventar a los médicos de los hospitales que anteriormente atendía el estado.
Durante la pandemia, los nosocomios del estado fueron, después del servicio particular, la mejor opción para los enfermos, sin embargo, desde la incorporación al IMSS-Bienestar las carencias se han incrementado.
Las quejas de usuarios y familiares de enfermos se suman a las protestas de enfermeras, médicos, residentes y personal administrativo y de intendencia.
La falta de insumos, de medicamentos y de personal, llevaron al límite a quienes diariamente luchan contra la muerte en los hospitales, que antes, eran de la red estatal.
El próximo jueves se espera un paro en todo el Complejo del Sur, incluyendo el Hospital General y el de la Mujer. Para el viernes, la protesta se tiene prevista en el Norte.
Apenas el lunes, las protestas fueron en el Hospital General de Cholula e incluyeron el cierre del Periférico Ecológico, con las afectaciones que hemos platicado.
Las protestas que vemos día a día reflejan las pésimas decisiones del gobierno federal. Sin ir más lejos, la falta de medicamentos en las farmacias de los hospitales públicos es resultado de la pésima planeación de compras consolidadas y de una inadecuada red de distribución. En materia de vacunas es la misma historia.
Yo no creo que en Dinamarca pasen cosas como estas, ¿o sí?