Pese a tener una formación científica, la presidenta Claudia Sheinbaum no está generando una percepción muy congruente con sus últimas declaraciones y acciones.
Entre el caso de los chocolates del Bienestar, la ‘poquita azúcar’ y sus sellos; así como las estufas de leña, las críticas le han llovido.
En pleno año 2025, la mejor idea del gobierno federal de México para apoyar a las mujeres con menores ingresos y ubicadas en las zonas rurales de nuestro país, fue la repartición de 1 millón de las llamadas estufas de leña.
De primera instancia uno se pregunta cómo es posible que con los problemas tan fuertes que padecemos en el país por la tala ilegal, la cantidad de horas que pasan las mujeres de las comunidades originarias frente a las estufas y el riesgo que implica calentar las casas con fogones, se apuesten 500 millones de pesos al Programa Nacional de Estufas de Leña para el Bienestar.
En lo que parecería una incongruencia mayúscula, durante la inauguración se destacó que el programa cuenta con enfoque social, ambiental y de igualdad.
La falta de una comunicación asertiva desde el equipo de la Presidencia de la República no ha permitido que se socialice que este tipo de estufas reduce, hasta en 50 por ciento, el humo que se desprende. El tema es prioritario porque se ha demostrado que la inhalación constante de humo genera afecciones en los pulmones que van de la EPOC hasta cáncer o neumonías.
Sobre cómo van a evitar que los habitantes acudan a realizar talas ilegales o generen deforestación, para “alimentar” las estufas ecológicas, no se ha informado ni media palabra, situación que sigue generando la percepción de que el proyecto carece de una conciencia sustentable.
La expresión ‘usos y costumbres’ no resuelve las dudas sobre si estas herramientas no serán tan peligrosas como los anafres, que cada temporada de invierno terminan por cobrar la vida de quienes los encendieron para calentar su hogar.
Amargos o dulces
Los chocolates del Bienestar, que lo mismo se venderán en barras dentro de las escuelas, que en tabletas en las tiendas del Bienestar, son otro tema que se empeña en destrozar la imagen de la ‘doctora’ y ‘científica’.
Es cierto, el chocolate (específicamente el amargo que contiene más de 70% de cacao) es benéfico para la salud. Sin embargo, cualquier producto que contenga tres sellos debe ser considerado y consumido con bastante moderación.
Además de desdeñar la norma que obliga a los alimentos a contar con hexágonos de alerta, Claudia Sheinbaum aplicó un eufemismo al asegurar que los chocolates del Bienestar tienen “poquita azúcar”.
¿Qué tanto es poquito?
El azúcar de caña está enlistada en segundo lugar de los ingredientes, sólo detrás de la manteca de cacao, luego entonces se deduce que poquito, poquito, lo que se dice ‘poquito’, no es.