El desabasto de medicamentos se agrava en el IMSS-Bienestar. El porcentaje de claves que se encuentran disponibles para los pacientes cada vez es menor.

En enero de este año 82 por ciento de los medicamentos indicados se podían surtir, esto representaba que los pacientes debían adquirir con sus propios recursos 2 de cada 10 fórmulas.

El derecho a la salud gratuita siguió empeorando. Un mes después, en febrero, el abasto cayó al 65 por ciento. Una de cada tres fórmulas necesarias para curarse o controlar enfermedades, no estaban en las farmacias del sistema IMSS-Bienestar.

Entonces se prometió que en breve la federación enviaría las claves (medicamentos) que solicitó Puebla. Pero no fue así, o no del todo. De las 4.6 millones de unidades que se pidieron, sólo llegaron 2.8 millones, la mitad. Así llegamos a abril.

Ayer Gerónimo Lara Gálvez, coordinador del IMSS Bienestar en Puebla, presentó un corte de caja que nos dejó helados y con las alertas encendidas.

El programa federal de salud, que alguna vez se dijo estaría mejor que el de Dinamarca, se encuentra en estado crítico y su pronóstico es reservado.

Este mes el abasto de medicamentos es de apenas 44 por ciento. En otras palabras, existe una mayor posibilidad de que el medicamento que se receta no esté disponible. De cada 100 claves, 56 no se encuentran en las estanterías de las farmacias del IMSS-Bienestar.

Y la cosa podría agravarse. Aunque se rechazó que la cancelación de la licitación consolidada bianual de Birmex impacte en tierras poblanas, es poco creíble esa declaración.

Si se canceló una parte de la compra nacional consolidada y apenas se lanzará una nueva licitación, que deberá considerar un periodo de producción y después de distribución, con toda la burocracia que eso lleva, difícilmente estaremos recibiendo los medicamentos antes del verano.

Gerónimo Lara, al igual que Norma Layón y sus 20 minutos, externó con toda naturalidad que los millones de medicamentos sí llegarán a Puebla pero “un poco atrasados”.

¿Un poco atrasados? Han hecho falta desde inicios del año.

La salud federal, esa que atiende a todos los que no son derechohabientes de ningún instituto de salud, enfrenta los enormes recortes que se advirtieron desde que se aprobó el Presupuesto Federal de 2025 y que tanto insistieron los y las diputadas morenistas en negar.

La cancelación de claves, aquellas donde se detectó un sobrecosto, dejará vacíos en los anaqueles por meses, agravando la mala situación médica de quienes se atienden en los hospitales del IMSS-Bienestar.

Alarma también, que aunque existe un convenio firmado, sea el estado quien haya tenido que comprar medicamentos oncológicos para pacientes en el Hospital para el Niño Poblano, ante el incumplimiento de la federación.

No, la salud en los tiempos de la 4T no es una prioridad y estamos a años luz de poder igualar nuestro sistema con el de Dinamarca.