El zoológico privado de Tehuacán, propiedad del diputado electo del PAN Sergio Gómez Oliver, es un auténtico centro de maltrato y lo utilizan como “fábrica” de animales, además de que no reúne las medidas de seguridad para los visitantes, así como para las especies que ahí se exhiben, sin que las autoridades estatales, municipales o federales en materia de sanidad, protección civil o ecología hayan intervenido.
El espacio es de 80 metros de largo por 60 de fondo y se encuentra en una zona residencial muy céntrica y accesible, hay gran cantidad de moscas en el exterior, el olor a orines y excremento de los animales inunda algunas manzanas, principalmente en el jardín de niños Guatemala, que se encuentra frente al llamado “Club de los Animalitos”, y es en la calle que los separa donde están colocados los contenedores de desechos de este mal llamado zoológico, situación de alto riesgo para la salud de los niños que acuden a la citada institución educativa.
Los rugidos y gemidos de algunos mamíferos son el preámbulo al ingresar al zoológico al que en las redes sociales llaman “el bestiario de Tehuacán”, donde, sin un control y cuidado para los animales y los asistentes, se exhiben las especies propiedad del diputado electo por Acción Nacional Sergio Gómez Olivier, que se hace llamar a si mismo “conservacionista”.
Previo a la llegada a Tehuacán sobre la autopista se ven los promocionales del lugar, mismos que fueron utilizados en la disfrazada precampaña.
Es domingo y se escucha a una madre de familia decir “tócalo, no te hace nada”, mientras ella acaricia la pata de un tigre de Bengala que se encuentra echado; nadie, ni los vigilantes o encargados del lugar llamado zoológico, le llama la atención.
La construcción improvisada con láminas galvanizadas o de fibra de vidrio que incrementan el calor; además, hay leyendas que indican que en ese lugar se ha logrado que las especies en peligro de extinción se reproduzcan, que tienen a una osa grizzly que fue donada por el Circo Ruso de Moscú, “pero está triste porque nadie le habla en ruso”, dice el anuncio, pero además, para poner en evidencia la vanidad desmedida del dueño, se encuentra una imagen del diputado electo con la frase “Tómate una foto con Sergio”.
En el recorrido pasando en medio de los orines de los animales, mismos que usan como defensa al sentirse agredidos por los humanos, se aprecia que no hay condiciones para que las decenas de animales salvajes vivan dignamente.
La imagen de cada especie muestra a simple vista que no se cumplen las normas de protección a la fauna silvestre y animales salvajes, tanto a nivel estado como federal.
Las víctimas
Un emú (muy parecido en tamaño al avestruz) muestra su piel al descubierto, sus plumas fueron arrancadas,, o bien, pareciera tener una enfermedad en la piel, busca en refugio en algún lugar pero estar bajo el techo de lámina de metal es peor que soportar los rayos del sol.
Mientras la avestruz a su vez presenta la cola al descubierto, sus plumas al parecer fueron quizás arrancadas para la decoración, debe de soportar lo caliente del piso de cemento, el piso de tierra que el que debiera tener en el espacio que ocupa no existe, además cualquier visitante le da de comer lo que sea.
Un tigre blanco se encuentra encerrado en un espacio de apenas un metro de ancho por tres de fondo, tiene problemas para poder dar la vuelta, cuando lo hace su piel roza con los barrotes oxidados de la jaula.
En otra jaula de tres niveles en una extensión de seis por tres hay seis tigres, con una tina para que supuestamente naden, pero ésta se encuentra prácticamente seca.
Los xoloixcuintles se encuentran en una jaula sin limpieza, uno de los valiosos y milenarios canes presenta malformaciones en una de sus patas a causa del constante contacto con la humedad en el piso. Una improvisada caja de madera con una entrada es la que les sirve de perrera, pero las condiciones en que se encuentran son deplorables.
El peligro
Las puertas de las jaulas de los tigres y leones tienen sólo pasadores que fácilmente podría abrir un visitante, principalmente un menor de edad que juegue, y permitir que una de las fieras escape de su jaula.
El contacto con los animales es directo entre los visitantes, no existe una barrera de protección que evite que las personas metan las manos a las jaulas lo mismo de un tigre, que una pantera o león; la simple recomendación es “Cuide las manos de sus hijos” y cualquiera puede darles de comer lo que sea
Otra de las leyendas es “No se asuste, el bisonte se azota contra la reja”, misma que tiene algunas abrazaderas ya maltratadas por la desesperación del animal de estos animales que apenas tendrá 80 metros para vivir, con una pileta con agua, además son cuatro de estos búfalos los que comparten el espacio.
Pese a que las normas internacionales de los zoológicos señalan que es incorrecto dar de comer alimentarlos con animales vivos, en los videos que se encuentran en las redes sociales se ve cómo le dan un conejo vivo a una serpiente pitón para que lo devore.
Fábrica de animales
En la jaula de los pumas y de todos los felinos exhibidos se presume que ha tenido varias decenas de crías, mismas que ya se exhiben lo mismo en zoológicos que en centros comerciales, dentro y fuera del país.
Para algunos el comportamiento de los animales podría parecer normal, pero para otros resulta extraño, incluso para personas que conocen de medicina sospechan y advierten que les podrían estar dando hormonas manipulando hormonalmente para que se reproduzcan constantemente.
Se señala que una hembra de jaguar iba a ser sacrificada al perder una extremidad, pero se le dejó vivir y ha tenido varias crías, lo que pudiera comprobar que se trata de una fábrica de animales salvajes.
Sin reconocimiento
La Asociación de Zoológicos y Criaderos de animales de México no tiene entre sus miembros al zoológico de Tehuacán, y esta agrupación donde se encuentran los principales centros de conservación de la vida salvaje en el país no puede hacer recomendaciones de manera directa, tendrían que ser las autoridades federales en el caso de los animales, o protección civil tanto municipal como del estado una vez que no se cumplen con las mínimas medidas de seguridad.
Luego de las denuncias que llegaron a Intolerancia Diario por las molestias que genera el lugar, se encontró además que Puebla carece de una ley de zoológicos que regule a los mismos, además de que las leyes federales, y el “Club de los animalitos” es simplemente considerado como Unidad de Manejo Animal que engloba lo mismo a instituciones serias, como Africam Safari o Parque Loro, que a los criaderos de vacas.
El simple discurso
El 25 de julio el Congreso del estado aprobó tipificar como delito el maltrato animal, y se establecieron sanciones al que realice acciones con la intención de ocasionar dolor, estrés o tormento que afecten gravemente la salud o bienestar y que provoquen lesiones que no pongan en peligro su vida, se le impondrán de seis meses a dos años de prisión y multa de cincuenta a cien días de salario.
De igual forma, constituye que si las lesiones ponen en peligro la vida del animal, y si los actos de maltrato o crueldad provocan su muerte, se impondrán de dos a cuatro años de prisión y multa de 200 a 400 días de salario mínimo. Adicionalmente, se impondrá de uno a cuatro años de prisión y multa de 200 a 400 días de salario a la persona que organice, promueva, difunda o realice una o varias peleas de perros, con o sin apuesta, o las permita en su propiedad.
Las reformas son:
El Artículo 471, señala que para efectos de esta sección, se entenderá como animal, toda especie domestica o silvestre, que no constituya fauna nociva, en términos de lo dispuesto en el artículo 3 de la Ley de Protección a los Animales para el Estado de Puebla.
Asimismo, el artículo 472 destaca que las sanciones previstas en los artículos 470 se incrementaran en una mitad en los siguientes casos:
“I. Si se prolonga innecesariamente la agonía o el sufrimiento animal;
”II. Si se utilizan métodos de extrema crueldad; o
”III. Si además de realizar los actos de maltrato o crueldad en contra de cualquier animal, el sujeto activo los capta en fotografía o video haciéndolos públicos por cualquier medio”.
Posteriormente, el artículo 473 puntualiza que se impondrá de uno a cuatro años de prisión y multa de 200 a 400 días de salario a la persona que organice, promueva, difunda o realice una o varias peleas de perros, con o sin apuesta, o las permita en su propiedad
Mientras que el 474 indica que se exceptúan de las disposiciones anteriores los espectáculos de tauromaquia, charrería y peleas de gallos, así como en las fiestas tradicionales y usos y costumbres.
Ningún diputado, pese a que tienen conocimiento del lugar, ha hecho algún pronunciamiento.