La fiscal general de Nueva York, Letitia James, demandó el lunes a la diócesis de la Iglesia Católica en Buffalo y a dos de sus antiguos responsables por el supuesto encubrimiento de acusaciones de conducta sexual inapropiada y el uso inadecuado de los fondos de beneficencia al respaldar a curas pedófilos a los que se les permitió jubilarse o apartarse de la institución.

La denuncia contra la diócesis, el exobispo Richard Malone y el obispo auxiliar Edward Grosz se produjo tras una investigación de dos años que halló que se protegió a los curas señalados al permitirles alejarse de sus puestos en lugar de seguir el proceso obligatorio que los habría expuesto a una posible expulsión del sacerdocio por parte del Vaticano.

Durante años, la diócesis de Buffalo y sus responsables no protegieron a los menores de los abusos sexuales”, señaló James en un comunicado. “En su lugar, optaron por proteger a los mismos sacerdotes que fueron acusados de manera creíble de actos atroces”.

La diócesis reconoció recientemente acusaciones fundamentadas de conducta sexual inapropiada contra 78 sacerdotes, añadió James.

Con información de AP