Derivado de los actos delictivos que se han suscitado durante el periodo de Semana Santa, el dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Julio César Pérez González, pidió la destitución del encargado de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Maximino Hernández Pulido, reclamando “una falta de capacidad para mantener a Tlaxcala con una incidencia de inseguridad bajo”.
Manifestó que el servidor público, desde que se encontraba laborando como director municipal de la Secretaría de Seguridad Pública en Tlaxcala, en el gobierno de Anabell Ávalos Zempoalteca, “mantenía un récord negativo en materia de seguridad”.
Como resultado de ello, al ser actualmente el representante de la seguridad en la entidad, “quedó demostrado que no tiene la capacidad para estar al frente de la dependencia”, por lo que el dirigente del Sol Azteca pidió su renuncia inmediata.
Asimismo, exigió que Maximino Hernández sea juzgado por la omisión en la función pública en los hechos ocurridos del pasado viernes en la comunidad de Tlalcuapan, perteneciente al municipio de Santa Ana Chiautempan, donde un presunto ladrón fue calcinado por los pobladores, sin que elementos de la policía estatal intervinieran.
“¿En manos de quién estamos los tlaxcaltecas? En el PRD pedimos a la gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, que urgentemente atienda la seguridad en todo el estado y comience por poner orden en su gabinete”.
“Una tierra sin ley”
El dirigente estatal calificó a la entidad como un “estado de tierra sin ley”, donde cada uno de los ciudadanos hace justicia por su propia mano. Criticó las reuniones de paz y seguridad, las cuales dijo “no tiene ningún resultado y sólo son reuniones de buenas intenciones”.
Es de recordar que el pasado Viernes Santo, en la comunidad de San Pedro Tlalcuapan, Chiautempan, los habitantes acusaron de haber intentado robar en una vivienda a un hombre, por lo que de forma inmediata lo retuvieron, lo golpearon, lo ataron de pies y manos hasta dejarlo inconsciente.
Al ingresar elementos de seguridad los pobladores les recalcaron que quien manda era la misma comunidad, sin aceptar dialogar ni llegar a algún acuerdo para liberar al presunto ladrón, al paso de la tarde los pobladores terminaron rociando combustible al cuerpo, para posteriormente prenderle fuego.