La elección interna de Morena del pasado sábado, no sólo en el país sino en Tlaxcala, dejó en evidencia una serie de irregularidades, disturbios y compra de conciencias.

Lo ocurrido en dicho partido político que presume no robar, no mentir y no traicionar, quedó lejos de su ideología y se privilegió el acarreo, la ilegalidad, la cerrazón y la opacidad en el manejo interno.

El partido político violentó diversas legislaciones locales y federales, como la Constitución federal, de Partidos Políticos, Código Penal federal así como la Ley general en materia de delitos electorales, y sus actos los convirtieron en delincuentes electorales.

Ante los hechos de acarreos, probables presiones laborales, condicionamiento, amenazas, coacción y probable uso de recursos públicos, el PRD en Tlaxcala permanecerá atento a cualquier acto de legalidad que dañe la esfera de protección ciudadana y de los partidos políticos.

La Constitución federal es clara en la participación de funcionarios en procesos partidistas, así como de quienes manejen recursos públicos sean financieros, humanos o materiales, por lo que las evidencias de medios de comunicación serán analizadas para evitar que se beneficie del manejo irregular de la función pública.

El Sol Azteca se muestra respetuoso de la vida interna de partidos políticos, pero al sobrepasar la legalidad y esferas de competencia, se deberá recurrir a los entes sancionadores y evitar impunidad.