El tabaquismo es una adicción al tabaco, principalmente provocada por uno de sus componentes activos que se llama nicotina, genera un mal hábito y puede llevar a la necesidad de consumo o dependencia, la cual puede ser física o psicológica, informó la doctora Nancy Karina García Herrera, coordinadora auxiliar de Servicios de Prevención y Promoción de la Salud para Trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (SPPSTIMSS) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala.

Detalló que, la nicotina es una sustancia que se extrae de las hojas del tabaco y que también puede ser sintética; es una droga tóxica que en pequeñas dosis produce euforia y disminución del apetito, pero en dosis elevadas puede provocar graves intoxicaciones.

Las estadísticas en México registran que la edad de inicio en el consumo de tabaco es entre los 10 y 12 años de edad, 12% comienza a esta edad por curiosidad o por imitación; y en los adolescentes 17% consume tabaco de forma regular, lo que ha ocasionado que las enfermedades pulmonares aumenten en esta población”, subrayó la especialista.

Fumar puede aumentar más de 20 veces los riesgos para desarrollar enfermedades asociadas como cáncer de tráquea, bronquios y pulmón; Enfermedad Pulmonar Obstructiva Compulsiva (EPOC), infarto agudo al miocardio. Los riesgos dependen del número de cigarros fumados por día y del número de años de fumador, denominado índice tabáquico.

El consumo de tabaco se considera una enfermedad, tiene causas predisponentes y es una adicción que afecta al sistema nervioso central, genera el síndrome de abstinencia, ansiedad, irritabilidad, dolor de cabeza, problemas de concentración, insomnio, y en mujeres embarazadas pueden producir afectaciones fetales severas, tales como bajo peso fetal para la edad gestacional, prematuridad, hipertensión arterial, envejecimiento prematuro placentario.

El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedad, discapacidad y muerte, los fumadores desconocen las graves consecuencias que se producen por su consumo, pero al presentar algún tipo de manifestación por dependencia, deben de acudir al médico para un diagnóstico y tratamiento específico para su cura”, puntualizó la coordinadora.

Cuando se ha tomado la determinación de dejar el cigarro los resultados se ven de manera inmediata, se reducen los niveles de monóxido de carbono (gas tóxico) en los pulmones, con mayor oxigenación sanguínea; dos o tres días después desaparece la nicotina del organismo, a los tres meses el funcionamiento de los pulmones mejora, desaparece la sensación de falta de aire, el cansancio y la fatiga, es decir, mejora la condición física.

Al año de no fumar se disminuye en más de 50% el riesgo cardiovascular y de infarto agudo al miocardio; sin embargo, desaparece totalmente entre 5 y 15 años de permanecer sin fumar. La disminución del riesgo de cáncer de pulmón, disminuye entre 40 y 50% a los 10 años de mantenerse sin fumar.

Los derechohabientes que deseen dejar de fumar pueden acudir a su clínica familiar para ser evaluados por su médico, trabajador social e iniciar los programas integrales, así como tratamientos que les permitirán dejar de consumir tabaco.