Luis Vargas González, representante de “Casa Tlaxcala” en la Ciudad de México, no pretende renunciar a su cargo, luego de dar a conocer sus aspiraciones políticas rumbo a 2024, justificando que busca continuar hasta el último día trabajando en el servicio público.
 

“Más allá de la equidad, tampoco nos podemos separar del cargo, no por lo que implica un salario […] es por el servicio público”.

Destaco que tras realizar un trabajo coordinado en 28 países a través de la “Casa Tlaxcala” con consulados, embajadas y federaciones asiáticas, seguirá siendo prioridad antes que cualquier aspiración política.

Aseguró que en temas de trabajo todos los diputados que buscan un puesto político en las próximas elecciones, continúan creando proyectos al servicio de la población, por lo que negó que la balanza se incline a uno solo.

“Todos estamos en la misma situación y en las encuestas se dura hasta el 25 de enero; ahorita digamos hay piso parejo para todos”.

Negó que sus aspiraciones generen distracción con los proyectos que tiene destinado el gobierno del estado, derivado a que actualmente no está de lleno con el tema de sus aspiraciones, por lo que incluso se sorprendió al saber que existen bardas pintadas con su nombre, alegando que podrían ser por parte de familiares y amigos.

“Si hoy una persona en el extranjero se mete en problemas, yo dejo todo lo que tenga que hacer para estar ahí”.

El funcionario dijo que a través de sus propios recursos destinará un tiempo para sus aspiraciones, negando también que destine fondos de “Casa Tlaxcala” para sus objetivos personales, evidenciando que el inmueble recibe 3 millones de pesos al año.

Para el proceso interno de Morena, Luis Vargas busca coordinar los trabajos de defensa de la 4T en el Distrito 1 federal, señalando que después de su jornada laboral visita la entidad desde la Ciudad de México.