Al concluir 2023, sin aprobarse la reforma para disminuir la jornada laboral de 48 a 40 horas, será en 2024 cuando los diputados federales analicen el dictamen que propone reformar el artículo 123 de la Constitución, situación que para los empresarios será uno de los principales retos a tratar con los empleados.
En entrevista para Intolerancia Tlaxcala, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Joseph Rodríguez Ramos, destacó que se ha buscado que la reducción de la jornada laboral sea paulatina y no de golpe, considerando, principalmente, a aquellas medianas y pequeñas empresas.
“Considerando por ejemplo un empleado de mostrador, se tendría que buscar otro más y eso aunado con un aumento de salario mínimo, es un golpe muy fuerte para el mantenimiento de las Pymes”.
Dicha situación y la necesidad de contratación de más personal para una pequeña empresa que al día obtiene sus recursos económicos, podría orillar a generar más comercio informal, destacó el empresario.
Confió en que durante 2024 los legisladores tomarán la decisión más correcta evitando la indomabilidad.
Del mismo modo, César Reyes Chávez, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), destacó que existe un rezago histórico en el salario, sin embargo, tras un incremento de 12 por ciento que se espera para este 2024, se permitiría para 2026 llegar a un salario que cubra la canasta básica y servicios básicos, como internet y telefonía, así como acceso a créditos hipotecarios.
No obstante, reiteró que la reducción de jornada laboral no es el mejor momento para aplicarlo, ya que recordó que el 70 por ciento de las empresas son micro y pequeñas, “porque hoy en Tlaxcala de cada 10 empleos, 7 son informales”.