El Dr. Arquímedes Díaz, Coordinador Delegacional de Salud Pública del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, alertó sobre el abuso y el consumo inapropiado de los antimicrobianos, en particular de los antibióticos, antivirales, antimicóticos y antiparasitarios, que son medicamentos que se utilizan para prevenir y tratar infecciones en los seres humanos, los animales y las plantas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha declarado que la resistencia a los antimicrobianos es una de las 10 principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad.
Esta resistencia se presenta cuando los antimicrobianos pierden la capacidad de eliminar infecciones causadas por bacterias, hongos, parásitos y virus. Lo que significa que los microbios o virus no se eliminan y continúan multiplicándose, por eso se recomienda que, ante cualquier síntoma o dato sugerente de infección, debe evitar automedicarse y acudir a consulta para recibir diagnóstico y tratamiento oportuno.
Precisó que los antibióticos se utilizan para tratar las infecciones causadas por bacterias, que son microorganismos unicelulares que pueden provocar enfermedades en el humano y demás seres vivos.
El especialista detalló que, “los antimicrobianos solo hay que usarlos cuando el médico los prescriba, ya que él determina si se trata de una infección viral o bacteriana, así como indicar las dosis, días y la forma de administración; se hace hincapié en que los tratamientos deben tomarse de manera completa, es decir, no suspenderlo a consideración propia del paciente, o sólo porque ya se siente mejor o por olvido”.
El exceso de prescripción de antimicrobianos y el no completar los esquemas de tratamiento aumentan el riesgo de resistencia y reduce su efectividad para curar enfermedades, y por consecuencia, se genera una resistencia a los antimicrobianos e infecciones difíciles de tratar, que dan como resultado el aumento en el costo del tratamiento, prolongación de la estancia hospitalaria y aumento de mortalidad.
Actualmente y por Ley, para la compra de antibióticos es necesario hacerlo por medio de una receta médica, sin embargo, pese a este tipo de controles, se continúa observando un abuso en la prescripción y el uso de antimicrobianos.
“Es un mito que el cuerpo se vuelva resistente a los antibióticos, las bacterias son las que generan resistencia cuando no se toma el tratamiento de manera adecuada, y se crean infecciones difíciles de tratar; además el tomar medicamentos de amplio espectro puede generar un impacto negativo en la salud, ya que actúan contra bacterias benéficas del organismo, y se puede generar efectos secundarios, como diarrea, náuseas o reacciones alérgicas”, finalizó el especialista.