Desde las 11 de la mañana del pasado miércoles se dio inicio a la audiencia de desahogo de pruebas y testigos de Pedro N., joven originario de Guanajuato, a quien se le acusaba de supuesto asesinato en el municipio de Huamantla, cuando él salía de trabajar de una funeraria en su estado.

Tras varios minutos y dos años recluido en el Cereso de Apizaco, Pedro demostró su inocencia. Ante la falta de pruebas de que se encontraba en el mismo lugar del asesinato, autoridades de Tlaxcala procedieron a encarcelar al joven. No obstante, el pasado miércoles, finalmente su familia obtuvo justicia al demostrar su inocencia.

Familiares y amigos confirmaron la resolución del juez en Tlaxcala, quien determinó la inocencia y liberación del joven originario de San Felipe, Guanajuato.

Presentaron pruebas de que Pedro Francisco nunca estuvo en Tlaxcala, pues sostuvieron que el día del homicidio, se encontraba en León trasladando el cuerpo de una víctima de COVID-19.