Tras la implementación de la prohibición de comida chatarra en escuelas y centros educativos de la entidad, el titular de la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE), Homero Meneses Hernández, reconoció que se han presentado algunos inconvenientes en las cooperativas escolares.

Destacó que los establecimientos y cooperativas están buscando reducir costos operativos al no contar con sus ventas tradicionales.

"Desde luego que impacta a las escuelas, porque implica menores recursos para su caja chica, de donde se pagan diversos gastos como jabón, lonas e impresiones", explicó.

Señaló como otro desafío la venta de productos regionales sin sellos de advertencia, como palanquetas, muéganos y dulces típicos, cuyo consumo excesivo también podría afectar la salud de los menores.

Meneses Hernández consideró que los vendedores ambulantes podrían estar incrementando sus ingresos, ya que los estudiantes ahora compran más frecuentemente fuera de las instituciones educativas.

Entre los retos adicionales mencionó que algunos padres de familia han intentado interponer recursos de amparo para permitir el consumo de estos alimentos dentro de las escuelas. Sin embargo, aclaró que los padres pueden dar a sus hijos cualquier alimento fuera de la escuela, pero se mantendrá la prohibición de venta dentro de los planteles.

Adelantó que incluso durante los festejos del 30 de abril se aplicará estrictamente esta medida, y expresó su confianza en que se evitará el "contrabando" de alimentos altos en azúcar al interior de las instituciones.

"La prohibición es adentro, pero afuera venden igual o más. Desafortunadamente, los niños siguen consumiendo estos productos", concluyó el funcionario.