Como empieza a ser costumbre Morena ha puesto bajo llave las fechas y metodología de la encuesta que servirán para elegir candidata al gobierno de Tlaxcala.

El partido de AMLO vuelve a mostrar su peor cara, la de la opacidad. Lo único que se sabe es que el 1 de febrero de 2021 habrá candidata. Punto.

No me pregunte algo más porque Morena mete candado a todo lo que suene a “transparencia”.

Imagine que ni sus militantes saben si la Comisión Nacional de Elecciones hará los sondeos o, de plano, se pagará a una empresa que lo haga. Tampoco los criterios que se tomarán en cuenta, pues la convocatoria sólo especifica que la mejor posicionada será la candidata.

Sin más detalle.

¡Ah, pero eso no es todo!

Mire esta joya: “El resultado de dicho estudio de opinión, tendrá carácter inapelable en términos de lo dispuesto por el artículo 44, letra s, del Estatuto de Morena”.

¿No se parece esto a casi, casi, firmar un cheque en blanco?

Para hablar en cristiano, ¿no le suena como una más de encuestas patito?

“La metodología y los resultados de la encuesta se hará del conocimiento de los registros aprobados”, cita en el documento.

En el fondo la convocatoria morenista para las 15 gubernaturas en juego desató la movilización de militantes en Tlaxcala, pues los grupos políticos en cada municipio ya se alistan para ser “encuestados”.

Y si el 5 de diciembre habrán de registrarse los perfiles interesados, que hasta el momento no incluyen hombres, los grupos internos están a todo lo que dan.

Lorena Cuéllar Cisneros y Dulce Silva han presumido fotografías en redes sociales con el presidente del CEN de Morena, Mario Delgado Carillo.

 

 

 

El discurso ha sido el mismo de siempre: respetar los resultados y trabajar por la unidad. Nada nuevo bajo el sol.

 

 

 

Mientras tanto la senadora Ana Lilia Rivera también estuvo presente en la reunión junto con Carlos Evangelista Aniceto, de la Comisión de Elecciones.

 

 

 

Ella se mantiene firme como precandidata.

La suerte está echada y de ellas saldrá la candidata de Morena al gobierno de Tlaxcala, pero ¿en serio ayuda al partido la opacidad en su método de selección?

¿Qué oculta Morena?

No vaya a ser que la verdadera encuesta sea maquillar el capricho de Palacio Nacional.

Conste que es una pregunta.

¡Que corran las apuestas!

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