La coalición “Unidos por Tlaxcala”, ya tiene candidata: Anabell Ávalos Zempoalteca, priista, expresidenta municipal de la capital y, sin duda, el perfil más competitivo al interior de la alianza.

Así lo dieron a conocer de manera conjunta los presidentes de partidos políticos que integran “Unidos por Tlaxcala”.

El mensaje es claro: unidad.

Porque si la designación de Anabell Ávalos se lleva los reflectores, también habría que destacar la madurez política de la panista Minerva Hernández Ramos.

Sí, madurez para aceptar que el PRI encabezará la candidatura de la alianza electoral conformada, además, por el PAN, PRD, PS y PAC.

La elección no será fácil, como muchas, pero Ávalos Zempoalteca tiene varias ventajas frente a la morenista Lorena Cuéllar Cisneros, quien sería su más cercana rival, pues si hay algo que caracteriza a la militancia priista en Tlaxcala es la disciplina.

Anabell Ávalos Zempoalteca, con gran trayectoria partidista y en la administración pública –federal, estatal, municipal– tiene amplias ventajas.

Me explico:

  1. Los líderes detrás de la coalición conformada entre PRI, PAN, PRD, PS y PAC no son improvisados en la política. Así se constató con la manera en que se fue cocinando la alianza, llevó su tiempo pero fue segura.
  2. La militancia priista en Tlaxcala, históricamente, sabe disciplinarse, lo cual asegura el apoyo a Anabell Ávalos. Contrario a lo que sucede en Morena, que gran parte de su base no acepta aún a Lorena Cuéllar Cisneros.
  3. La operación de campañas, desde el aspecto de comunicación hasta el uso de los recursos.

Vamos, de entrada el primer acierto lo dio “Unidos por Tlaxcala”, así de fácil.

Ojo, no podemos dejar de lado algo fundamental: Anabell Ávalos viene de ejercer la presidencia municipal de Tlaxcala, trabajo a todas luces reconocible y que sabemos que jugará a su favor.

La hora de las definiciones se va acercando y está más cerca que nunca.

Operación cicatriz en Morena

Con la advertencia de que Morena es un movimiento antes que un partido, el dirigente nacional, Mario Delgado Carillo, respaldó a Lorena Cuéllar Cisneros.

Hace unos días cuestioné a Delgado Carrillo con respecto a la inconformidad de militantes de Morena, quienes reprochan que en el equipo de Lorena Cuéllar estén metidos varios orticistas, muchos del PRI y PAN.

La inconformidad viene, principalmente, de los seguidores de la senadora Ana Lilia Rivera.

Mario Delgado afirmó, así, que las puertas del partido están abiertas a todos los ciudadanos, claro, quienes deseen un mejor país más allá de llegar al poder por el poder.

En Tlaxcala está en marcha la operación cicatriz, diálogo y acuerdos es lo que necesitan en Morena para ganar la gubernatura.

De acuerdo con los estatutos del partido lopezobradorista se permite que el 50 por ciento de los cargos de elección popular sean otorgados a ciudadanos externos.

Incluso militantes de otras fuerzas políticas.

Lo que bien podría entenderse entre líneas como “el enemigo en casa”.

Por lo que no es raro que en el equipo de Lorena Cuéllar estén metidos varios priistas y panistas.

El CEN, principalmente, operadores políticos y Lorena Cuéllar, tienen que hacer una labor importante de convencimiento a los fundadores de este partido.

O, ¿en verdad creen que los morenistas están felices y contentos con eso mismo, como haber sido desplazados por externos?

Seguramente no, y sería un terrible error a estas alturas del proceso pensar que por simple magia y convicción en Morena se alinearán, máxime si hay infiltrados hasta en puestos claves.

Tlaxcala, en este caso.

La operación cicatriz en Morena se ve compleja y merece la atención del CEN.

No vaya a ser que por dormir en sus laureles despierten en la peor de las pesadillas, perder la gubernatura por no apagar fuegos a tiempo.

Conste, lo que se ve no se juzga.

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