Habrá que poner atención en la guerra declarada entre la diputada priista y lideresa del sindicato del Sector Salud, Blanca Águila Lima, y el gobierno del estado, la cual sigue escalando sin treguas aparentes.

Y es que luego de exhibir en tribuna del Congreso local la aplicación de vacunas contra Covid-19 ya caducadas, la respuesta del estado no se hizo esperar, negando los dichos de la legisladora.

El tema no es menor y deberá revisarse a fondo ante las dudas que despierta justo por la salud de los tlaxcaltecas, más allá de los intereses políticos por la implementación del programa IMSS-Bienestar.

Es urgente que las autoridades federales también entren al tema y aclaren a detalle estos señalamientos que generan dudas entre la población, y hasta podrían justificar la negativa de grupos para vacunarse.

Y no es por nada, pero la credibilidad de todo el programa contra la pandemia está en juego y no debe echarse en “saco roto” por el bien de todos. (LS)

¿Desfalco en el SNTE 31?

Vaya pesadilla ha generado la pasada marcha por el Día del Trabajo, organizada por la Sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, luego que trascendiera que el gobierno estatal otorgó recursos por 3 millones de pesos, a través de la SEPE.

Y es que la alta esfera sindical no se cansó de presumir que ese dinero salió de las arcas de la Sección 31, como quien dice, el dirigente Cutberto Chávez de la Rosa, aplicó la “caravana con sombrero ajeno”.

Sin embargo, ¿dónde quedaron esos 3 millones de pesos que presumió Cutberto Chávez fueron usados a favor de maestros sindicalizados?

O la SEPE no direccionó el monto al gremio y el líder magisterial actuó como “blanca palomita” o, de plano, en el SNTE 31 tendrán que rascar con uñas hasta hallar dicha “marmaja”.

¿Será que la encuentren? (LS)

Tlaxcala, en el ojo del huracán

Respecto a la boda con temática nazi por la que Tlaxcala destacó de forma negativa a nivel internacional, las autoridades eclesiásticas no tardaron en “lavarse las manos”.

Ya la Diócesis apresuró “motores” para condenar los hechos y pronunciarse a favor de la libertad y la vida; de pasada, lo mismo ocurrió con la Parroquia de Santa Cruz Tlaxcala, donde los responsables afirmaron que no hay códigos de vestimenta para quienes deseen casarse.

Lo lamentable es que la boda temática ha escalado a niveles internacionales, señalada desde Europa por las implicaciones morales e históricas obvias.

¿En verdad nadie pudo evitar este escándalo? Es más, ¿quién permitió que esta barbarie se consumara?

Ojalá que este “capricho” no traiga consecuencias económicas y diplomáticas para el estado, porque no es un tema menor jugar con la memoria del Holocausto. (LS)