Quien ya tendría los días contados en el ayuntamiento de Panotla, es el síndico, Sergio Lima, pues al interior del Cabildo ya los regidores se la habrían cantado para que o se comporta y deja los escándalos, o lo echarán de “patitas a la calle”.

Y es que a su cuenta ya sumaría varias escenitas de abuso de autoridad y hasta alcoholismo, por lo cual ya sabe que a la próxima que se le pasen las copas o se sienta el “Juan Camaney”, dejará el cargo.

Al menos se le conocen tres casos de este tipo a Sergio Lima: al participar en una riña callejera en la Gasolinera “Zaragoza” de Totolac mientras “empinaba el codo”. El siguiente, fue al darse a la fuga tras chocar y, para rematar, invadir propiedad privada, agredir a una mujer y amenazar a policías.

Pero a todo esto, ¿por qué aguantarle tantos escándalos al síndico, y más dejar mal parado al ayuntamiento? ¿No debió de verse la mano dura de la alcaldesa, Felicitas Vázquez, a la primera?

Algo muy turbio se vive en Panotla, pues “lo que se ve no se juzga”. (LS)

Solapa Morena crisis en Chiautempan

Habrá que tener muy presentes los dichos del dirigente estatal de Morena, Víctor García Lozano, quien a “capa y espada” no se cansa de “lavarle la cara” al presidente municipal de Chiautempan, Gustavo Jiménez Romero.

La nueva del líder morenista fue asegurar que pese a los señalamientos públicos contra el alcalde, y su modo particular de llevar las riendas del ayuntamiento, no está comprometida la gobernabilidad.

¿A poco ya se le olvidó a Víctor García Lozano el paro de labores de policías hace unos días? ¿Los reclamos por quién manda tras los hombros de Gustavo Jiménez Romero?

Pues más valdría en acordarse a tiempo, porque parece más interesado en dar un mensaje público del músculo partidista, en lugar de “hacerse el loco” cuando las verdaderas crisis tocan a la puerta.

Conste, no vaya a ser que la bomba explote y tenga que aplicar la clásica justificación de “los problemas heredados”.

Corre, que vuela. (LS)

Magistrados exhibidos en su juego

Después que magistrados votaran por la destitución de Dora María García Espejel como consejera del Consejo de la Judicatura de Tlaxcala, tras ser señalada por presuntos actos de corrupción, la llegada de su relevo, Angélica Aragón, parecía un verdadero respiro.

Sin embargo, tratándose de una mujer de leyes, de la “manga” se dio a conocer un amparo que dejó sin efecto la salida de la consejera.

Es más, en los corrillos del Tribunal Superior de Justicia cada vez se evidencia el malestar de los magistrados, que han quedado como “el payaso de las cachetadas”, pues les ganaron la partida en sus propios terrenos.

¿A poco ninguno de los togados vio venir el amparo, ni la jugarreta legal que se cocinaba?

En estas manos está la justicia del estado, de verdadera risa. (LS)