Más allá de los dichos oficiales sobre la visita del embajador de Estados Unidos en México a Tlaxcala, Kenneth Lee Salazar, y cómo ha querido el gobierno de Tlaxcala presumir su discurso, hay un hecho que debería mover a la refección a la mandataria, Lorena Cuéllar Cisneros.

Y es que el representante norteamericano habló sobre la seguridad en que se encuentra la entidad, lo cual puede observarse desde las dos aristas obligatorias.

Por un lado atender el número frío, sin tacto, cómo lo acostumbra el gobierno del estado —agarrándose del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública— y, por el otro, la realidad que a diario sufren los tlaxcaltecas.

Linchamientos, cuerpos tirados a diestra y siniestra; asaltos, trata de personas, feminicidios, abuso de autoridad, Ley Mordaza, deslinde de las autoridades, sólo por citar algunos casos, son el día a día en el estado.

Ante ello, más que presumir las declaraciones del embajador Kenneth Lee Salazar como un logro de su administración, bien debería considerar la gobernadora que se trató de una “cachetada con guante blanco”.

¿Será que fue tan sutil la indirecta que ni la propia Lorena Cuéllar se dio cuenta del terreno que pisaba?

Ni hablar. (CPG)

Doblan manos al edil de Contla

Con la novedad que el presidente municipal de Contla, Eddy Roldán Xolocotzi, sí deberá enfrentar una auditoría del Órgano de Fiscalización Superior (OFS), luego que el Juzgado Tercero de Distrito desechara su intento de amparo.

Y es que el alcalde buscó por todas las formas posibles —incluso la justicia federal— librarse del presunto daño patrimonial contra la hacienda pública por 5 millones de pesos.

Por ello, el OFS podrá continuar con el proceso en su contra, mismo que corresponde a la última parte de 2021, por lo cual el edil no tendrá de otra que doblar las manos y rezarle al santo de su devoción, porque se le viene la noche encima y no tiene dónde esconderse.

Al tiempo. (CPG)

Apizaco, tierra de nadie

Vaya escándalo el que enfrenta el ayuntamiento de Apizaco, luego que en redes sociales se hiciera la denuncia pública contra un alto funcionario municipal, por presuntas agresiones físicas hacia una mujer, quien sería su pareja sentimental.

La supuesta víctima aseguró que un director de área arremetió contra ella al reclamar infidelidades, al grado que una tercera persona tuvo que intervenir para evitar más agresiones.

Si la violencia de género ya es deleznable, habrá que sumar que el sujeto presume estar al amparo de las autoridades locales, y que por eso ninguna denuncia lo amedrenta.

¿Estará enterado el alcalde, Pablo Badillo, cómo actúan sus subordinados y, sobre todo, cómo violan la ley, presumiendo estar a salvo de sus canonjías?

Para no creerse. (CPG)