¿Un tóxico simulacro?

Una vez más, Tlaxcala salió exhibida en medios nacionales, esta vez en la revista Proceso, medio que, con información del Centro Fray Julián Garcés, ventiló el teatrito de la jornada de saneamiento de la Cuenca del Atoyac. Y, antes de que las autoridades llegaran a hacer su faena, ¡ya se había mandado a limpiar el cauce del río previamente!

¿Acaso la limpieza exprés fue para que las autoridades, sobre todo la Presidenta Claudia Sheinbaum, no se dieran cuenta del estado tan deplorable del afluente?

Eso es querer tapar el sol con un dedo. Porque, además de eso, la organización defensora de los derechos humanos advirtió que, con esta faena previa a la visita presidencial, se expuso a los pobladores de la zona de Villa Alta a compuestos tóxicos y contaminantes, al introducir maquinaria pesada para revolver y "medio arreglar" ese cóctel de tóxicos que ahora pretenden "rescatar".

¿Y si les decimos que una acción más contundente sería retirar los permisos de descarga de aguas contaminadas a las empresas mezclilleras del lugar?

Ya veremos si existe un verdadero interés en atender las causas reales de la contaminación del río Atoyac y, en general, del agua en Tlaxcala, o si solo fue un evento de relumbrón para acallar los rumores de la relación distante entre Sheinbaum y Cuéllar Cisneros. Al tiempo.