Organismos no gubernamentales exigieron el esclarecimiento de 20 muertes, de las llamadas “crímenes de odio” —no sólo el de Agnes Torres—, sean resueltos sin la presión social.

La vida del o la homosexual y del transgénero en Puebla es muy complicada y difícil ante la gran discriminación que vive no solo de parte de la sociedad, sino de las mismas autoridades. El homicidio de Agnes Torres solo abrió la “cloaca”, coincidieron activistas a Intolerancia Diario, quienes exigen a las autoridades no solo resolver este caso que resonó a nivel internacional, sino los 19 casos registrados desde 2004.

La discriminación se da en todos los extractos sociales, desde la recibida por universitarios, jóvenes trabajadores, hasta en sexoservidores, ninguno se salva. Incluso, el caso de la activista asesinada es muy común no solo en Puebla, sino en todo México, pero la diferencia es que a Agnes la conocía mucha gente en su lucha por la inclusión.

“Se trata de una inadecuada percepción, la persona realiza actividades que parece que atentando en su contra, y como una persona o grupo se sienten ofendidos y tienen distorsionadas sus percepciones enraízan en las partes primitivas del ser humano y atentan en su contra”, consideró la catedrática investigadora de la UPAEP, Dulce María Pérez Torres.

El homicidio genera un sinfín de comentarios en las redes sociales y artículos tanto a nivel nacional e internacional, como el escrito por Sanjuana Martínez en el portal de internet www.sinembargo.mx, que ha sido reproducido miles de veces en internet. Por lo que las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) tratan de aprovechar este espacio generado por la muerte de la defensora de los derechos transgénero, para incluso cambiar las leyes en su protección.