Corea del Norte anunció que se encuentra en un “estado de guerra” con Corea del Sur al dar por terminado un armisticio que duró desde el fin de la guerra de Corea en 1953.

“La condición, que no era guerra ni era paz ha terminado”, indicó la Agencia Norcoreana de prensa en un despacho en el que aseguró que de romperse hostilidades no sólo incinerará la oficina presidencial de Corea del Sur y las bases militares estadunidenses en la península, sino también “disolverá” el territorio continental de Estados Unidos.

Poco antes, la Casa Blanca había responsabilizado a Corea del Norte del incremento de tensiones y advirtió que “deben terminar los actos provocativos y la retórica belicosa”, según precisión del vocero Josh Earnest.

De acuerdo con Earnest, el aislamiento de Corea del Norte es evidente, como reflejó una reciente resolución de Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que impuso sanciones sobre el régimen norcoreano sin que hubiera oposición de China o Rusia, sus principales aliados.

El canciller ruso, Sergei Lavrov, había advertido a su vez contra el “círculo vicioso” de retórica inflamatoria y advirtió a las partes involucradas contra acciones unilaterales.

Hong Lei, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, insistió por su parte en la necesidad de reducir tensiones y pidió “esfuerzos conjuntos” para revertir una “tensa situación”.

El anuncio de Corea del Norte fue emitido el sábado (viernes por la tarde en México), horas después de que el presidente Kim Jong-Un autorizara poner sus fuerzas en estado de combate y en particular sus cohetes fueran alistados para ser disparados.

Reportes norcoreanos indicaron que  Kim Jong-Un había señalado que “llegó el momento de ajustar cuentas con los imperialistas estadunidenses ante la situación prevaleciente”.

El gobierno estadunidense hizo notar esta semana su apoyo al gobierno de Corea del Sur y a manera de advertencia divulgó la participación de dos bombarderos B-2 invisibles al radar en ejercicios militares conjuntos que el gobierno de Corea del Norte consideró como hostiles.