Por mucho tiempo denigrado como bebida "corriente" que no merecía el aprecio de los conocedores, el mezcal ha ganando tenazmente espacios en México y el mundo, rivalizando incluso con el tequila, el destilado más representativo del país. 

Aún considerada con cierto recelo, esta bebida ha pasado en años recientes de la novedad a la virtual omnipresencia en "antros" (centros nocturnos), bares y restaurantes de Ciudad de México, donde su consumo aumentó un 127 % de 2009 a 2012, según el Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal (Comercam).

Asimismo, de acuerdo con el organismo, los centros de consumo que expenden mezcal en la capital mexicana aumentaron en un 660 % en el mismo periodo.

El resonante y casi instantáneo éxito de este negocio es representativo de la conquista de la gran ciudad por parte de un producto desde hacía siglos circunscrito en gran medida al ámbito rural y al consumo local.

Pero el auge del mezcal se manifiesta de forma más evidente en las exportaciones, que según el Comercam experimentan un crecimiento de entre el 35 y el 40 % anual.

"En la actualidad, del 60 al 65 % de la producción anual, de poco menos de un millón de litros, se va al extranjero, principalmente a Estados Unidos", dijo a Efe el gerente de certificación del organismo regulador, Ismael Cruz.

Otros países importadores son Canadá, Guatemala, Reino Unido, España, Italia, Turquía, Japón y Taiwán, entre muchos más.