El sultanato de Brunéi, en el norte de la isla de Borneo, introdujo a partir de hoy severos castigos basados en la sharia o ley islámica, como la lapidación o la mutilación de extremidades, aplicados a diferentes delitos, como el robo, la homosexualidad o el adulterio.

En las etapas dos y tres del código penal, el sexo entre dos hombres conlleva una pena de lapidación, mientras que el sexo entre dos mujeres se castiga con 100 latigazos.

La ley también introduce penas severas como la amputación de miembros por robo y el encarcelamiento por vestirse como una persona de un género distinto.

El sultanato, próspero gracias a sus ingentes reservas de petroleo y gas, comenzó a introducir los castigos basados en la ley islámica en 2014, con una primera batería de enmiendas para las condenas menos duras.

Por tanto, en un comunicado, Human Rights Watch describió el nuevo código penal como “barbárico hasta la médula” e instó al sultán a “suspender de inmediato las amputaciones, la lapidación y todas las demás disposiciones y castigos que representan un abuso de derechos”.

Asimismo, la comunidad LGBT de Brunei ha expresado temor ante la posibilidad de vivir bajo las nuevas leyes.

Información: Excelsior