El Instituto Politécnico Nacional (IPN) emitió los resultados del estudio en una primera fase que realizó sobre las causas del socavón en Santa María Zacatepec, en Juan C. Bonilla. Determinó que el tipo de sedimentos naturales, las actividades humanas de una intensa extracción de agua y la acumulación de estos elementos a lo largo de años fue lo que provocó el colapso. El estudio contradijo lo indicado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dependencia que descartó que la explotación de mantos acuíferos fuera una de las causas de la creación del hoyo.

En conferencia de prensa, la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, Beatriz Marique Guevara informó que de acuerdo al estudio que emitió el IPN, sólo estaban documentados 47 pozos, pero en estudios en campo se detectaron muchos más, en este orden, la extracción del agua ha sido 80 por ciento para temas agrícolas, 15 por ciento para uso doméstico y 5 por ciento para uso industrial.

Autoridades de la Comisión Intersecretarial, encabezados por el gobernador, Miguel Barbosa Huerta, resaltaron que no hay planes de desarrollo urbano e industrial en esa zona, no obstante, se continuarán con los estudios en una segunda fase, además hay medidas de seguridad para que la gente no se acerque al lugar y habrá coordinación con los municipios para que se actualicen planes de desarrollo urbano y con ello determinar las áreas de suelo susceptibles a desastres y evitar asentamientos.

A su vez, la titular de la Secretaría de Desarrollo Rural, Ana Laura Altamirano Pérez, informó que ya sólo falta por entregar una indemnización a un propietario de los terrenos en donde nació el socavón hace poco más de un mes.

Autoridades estatales reservaron el monto de lo otorgado y el número de beneficiarios con la indemnización, con el argumento de que es un tema sensible. A su vez, la familia Sánchez, dueños de la casa que se tragó el socavón recibirán su terreno el próximo sábado para construir una nueva vivienda, todo a cuenta del gobierno del estado.

Los estudios

Beatriz Guevara Manrique explicó que en una primera etapa del estudio que realizó el IPN se trabajó en un polígono de 25 hectáreas y los trabajos de investigación iniciaron el 3 de junio en campo, se hicieron análisis geofísicos, tomografía de resistividad eléctrica, tendidos de refracción sísmica, sondeos eléctricos verticales; además en la parte hídrica se hicieron estudios de hidrología, geohidrología e hidro geoquímica.

En una segunda fase que ya dio inicio se realizan los sondeos de mecánica del suelo, los que arrojan nuevos resultados: “Lo primero es decir que el agua no es agua residual, no es agua sulfurosa, es agua apta para el consumo humano”, comentó la funcionaria estatal.

Además, explicó que se tienen analizados 14 elementos, aunque se siguen analizando en un laboratorio de Canadá hasta 60 parámetros más para conocer las condiciones básicas del agua del socavón que nació en Santa María Zacatepec,

“Es importante señalar que el estudio arroja hay registrados y publicados 47 pozos sin embargo en el trabajo de campo en los estudios presenciales y entrevistas con la población se han encontrado muchísimos pozos más, artesanales y de mayor calado también, para uso doméstico y para uso agrícola”, detalló.

Las causas del socavón

Las tres causas que provocaron el socavón, de acuerdo con el estudio, fueron el tipo de sedimentos naturales, es decir, la misma situación climática y de suelo, las actividades humanas, lo que significa una intensiva extracción de agua, así como la acumulación de estos elementos a lo largo de muchos años,

“Las condiciones del suelo que presentan una extracción intensiva del agua y que esto ha arrastrado las arcillas que es el elemento que cohesiona la tierra y deja solamente las arenas de distintos volúmenes, adicionado a esta actividad humana son las condiciones climáticas, tuvimos tres años de una sequía intensa en donde tuvimos hasta 35 por ciento menos de agua en esa zona respecto del promedio y este año respecto a la precipitación es el 85 por ciento por encima del promedio”, explicó.

Detalló que por un lado la erosión natural del suelo a través de actividades humanas y las erosiones naturales, además de la lluvia intensa provocaron un colapso en el suelo: “Se detectó que tenemos una disminución del nivel de donde se extrae el agua en los últimos 15 años de 8 metros, en los dos años ha disminuido de esos 15 metros, tres metros, eso habla de una disminución intensiva y la perdida de limos y arenillas”, comentó.

¿Qué continúa?

De acuerdo con el estudio emitido por el IPN, se debe seguir monitoreando el área para prevenir un desastre, de ahí que se está haciendo una delimitación de un primer perímetro de seguridad con nuevos datos de los estudios de a fase dos, además los municipios deben actualizar sus atlas de riesgo de los municipios, para evitar asentamientos en zonas de peligro.

Por otra parte, se continuará con los estudios geohidrológicos, pues es importante que se revisen y actualicen de manera fehaciente, toda vez que no son sólo 47 pozos como se tenía documentado, hay muchos más.