La Secretaría de Desarrollo Social del Municipio encontró inconsistencias en el manejo de botones de pánico que se supone deben estar operando en unidades habitacionales de la capital, por lo que ya no habrá continuidad a este programa.

Y es que de las 3 mil alarmas que fueron adquiridas, sólo el 20 por ciento se habían instalado en estos lugares, mientras que alrededor de 300 no se sabe su paradero, por lo que el extravío de estos sistemas representan al ayuntamiento una pérdida de 1.2 millones de pesos, así lo confirmó el titular del área, Javier Sánchez Díaz de Rivera.

Ante esta situación, el funcionario municipal recalcó que se instruyó a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal iniciar la ubicación de las alarmas que fueron entregadas a vecinos o representantes de colonias para saber su paradero.

Indicó que la intención es la de saber exactamente el paradero de las mismas, los motivos por los que no han sido conectadas o en su caso instalarlas de manera inmediata para ponerlas a funcionar.

Aseveró que de acuerdo a las revisiones que se han hecho en los expedientes, hay 3 mil alarmas que se adquirieron en la administración anterior, de las cuales solo una mínima parte se encuentran instaladas y operando, mientras que de otras 300 no se sabe su paradero.

Para ello, el funcionario municipal resaltó que se harán recorridos exploratorios por las unidades habitacionales que supuestamente cuentan con estos botones de emergencia para identificar su estado y se revisarán los expedientes con los nombre s de los colonos que recibieron estos sistemas con la intención de recuperarlos y conectarlos.