Son dos grupos que se disputan el poder en el lugar. El primero encabezado por Miguel Campos Ramos y el otro encabezado por Jesús Tomás Berroco.
Miguel Campos señaló que debido a que un grupo minoritario estaba desestabilizando el área de subasta por lo que se les había informado que habían sido expulsados en asamblea y en consecuencia tenían 24 horas para desalojar sus puestos.
Otro de los argumentos que señaló Miguel Campos es que los locatarios expulsados dejaron de pagar sus cuotas desde el mes de mayo pasado por concepto de luz, limpieza, seguridad, entre otros cobros de los cuales tenían la responsabilidad realizar para el mantenimiento de los locales.
Ante ello, el líder aseveró que los conflictos se fueron incrementando por lo que se determinó desconocerlos y en su caso proceder a su retiro.
Por su parte, Jesús Tomás Berroco, líder del grupo opositor aseveró que Miguel Campos no tiene ninguna repersentación en el lugar, toda vez que la presidencia de la mesa directiva que pertenece a ellos no está avalada.
En cambio, dijo que la Unión de Introductores de Frutas y Verdiras a la que representa él, está debidamente registrada ante Notario Público y ante el Gobierno del Estado.
Indicó que el problema surgió cuando se negaron a pagar las cuotas diarias de hasta 30 pesos diarios por cada uno de los 400 locatarios que hay en la zona de subasta, pues el dinero se lo embolsaba Miguel Campos y sus agremiados, cantidades que llegaban hasta los 50 mil pesos que nunca han explicado a dónde van a parar.
Por ello, exigieron la intervención del gobierno del estado para ratificar la representación de esta organización y en consecuencia quitar el poder al grupo que por 12 años ha tenido como rehenes a los productores.