Solo “mitos y mentiras” contaminación producida por el relleno sanitario de Puebla, señala Alejandro Fabre Bandini.
Las denuncias hechas por el Comisariado Ejidal de Santo Tomás Chautla en cuanto a una situación grave de contaminación producida por el relleno sanitario de Chiltepeque en su comunidad, para el secretario de Medio Ambiente del Municipio, Alejandro Fabre Bandini solo es “mito y mentira”.
Si bien reconoció que hay errores en el manejo de lixiviados por parte de la empresa concesionaria RESA y a la cual aplicaron dos multas por esta responsabilidad, el funcionario municipal aseguró que no fueron tan graves como lo manejan.
De hecho, calificó como un “mito urbano” el hecho de la propagación de enfermedades entre los pobladores de Santo Tomás Chautla, como consecuencia de la contaminación y malos olores producidos por el tiradero municipal, sobre todo de quienes aseguran que esto ha ocasionado enfermedades respiratorias, piel, estomacales y hasta la muerte de algunos de sus pobladores.
“Yo he estado en varios periodos con relación en el relleno. Hablo de los ‘mitos urbanos’, las ‘leyendas urbanas’ y se hablaba que moría el ganado, las personas, sobre enfermedades, defectos en el nacimiento de niños, pero hasta el día de hoy no ha sucedido lo que se dice.”
De manera irónica, puso como ejemplo que en el relleno sanitario hay trabajadores que han vivido prácticamente en contacto directo con la contaminación del relleno por más de 17 años y esto no ha causado ni enfermedades ni muertes por este acercamiento a los contaminantes. Justificó que los contaminantes emitidos por el relleno sanitario son porque los grandes volúmenes de basura y la gran cantidad de lixiviados producidos por su descomposición son normales, los cuales a pesar de generar bacterias estas no se han expandido como para afectar la salud de los habitantes.
Fabre Bandini admitió que se han presentado eventualidades como escurrimientos; por eso, lo que se diga de más es “mentira” porque la dependencia monitorea de manera permanente por norma y en 17 años no se han presentado problemas de esta naturaleza, por lo que solo son “dichos”.
Sin embrago, sentenció que se ha obligado a la empresa concesionaria RESA a cumplir con lo establecido por la Norma Oficial Mexicana para que en su constante modernización aplique tecnología que garantice el buen funcionamiento del basurero. Tan es así, que cuando han detectado errores en el manejo de los contaminantes aplican las sanciones correspondientes; una, el año pasado, por la anterior administración que consistió en una amonestación, y una más de 2 mil días de salario mínimo apenas hace unos días.