Mediante un comunicado, los vecinos del barrio de Santa Ana agradecieron los donativos para la reparación del templo e informaron que el dinero se integrará a recursos federales y municipales. “A lo largo de cuatro jornadas dominicales en el zócalo, los días 2, 9, 16 y 23 del mes en curso, de 10:00 a 14:00 horas, el Barrio Santa Anita ratificó su presencia como parte importante de la capital de Puebla. Logró ayuda económica para la restauración de su gran templo: 31 mil 410.40 pesos, que se sumarán a las aportaciones de los gobiernos federal y municipal con el mismo objetivo.”
La colecta
Por primera vez en 103 años, la imagen del Señor de la Salud salió de la antiquísima iglesia, así como la tan venerada imagen de Santa Anita, para pedir ayuda a la población en general ante la falta de apoyo de autoridades.
Muchos de los transeúntes pensaron al principio que se trataba de una procesión religiosa cualquiera, sin embargo fue grande su sorpresa al ver que se trataba de una colecta para restaurar un templo.
“Es un acto de desesperación”, reconoció una feligresa en los momentos en que iniciaba la colecta en pleno zócalo de la ciudad de Puebla, donde cientos de personas se acercaban a aportar lo que más podían.
“La verdad se colecta poco, pero la gente lo da de corazón, la mayoría aporta monedas, muy pocos billetes y de los que lo hacen nadie pasa de 50 pesos”, informó Margarita Carrasco, representante del movimiento “Rescatemos al Barrio de Santa Anita”.
La acción fue aprobada por el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, quien indicó que le determinación de sacar las imágenes fue de los mismos fieles católicos, quienes hacen su mejor esfuerzo para recuperar el templo.
La iglesia está ubicada en la 13 Norte entre 30 y 32 Poniente, para celebrar una misa en el santuario de la Virgen de Guadalupe, mejor conocida como “La Villita”.
“De veras que da coraje que el gobierno mantenga dañados templos así, supuestamente ellos son los dueños verdaderos de los edificios y no les dan mantenimiento, pero ni modo, por eso uno como creyente aporta para rescatar la iglesia”, dijo Juan Vázquez, un transeúnte.
Rezos en peligro
Desde el mes de julio cientos de fieles católicos celebran misa entre cuerdas de seguridad y apuntalamientos, luego de que fueron retiradas del centro del recinto las bancas, que fueron colocadas en los pasillos para evitar algún accidente.
En cada la celebración eucarística se reparten entre los feligreses sobres con la leyenda: “Este es mi regalo para el templo de Santa Anita”, en el que los concurrentes depositan billetes para ayudar a la reconstrucción, aunque son muy pocos los que lo hacen.
El deterioro de la parroquia no es nuevo, desde hace por lo menos dos años fueron colocadas las trabes de apuntalamiento en los arcos por debajo de las cúpulas para evitar un derrumbe, además de que una de las torres muestra visiblemente una inclinación.
El párroco señaló que se han revisado todos los trabajos que pudieran venirse abajo, las cuerdas que estaban sueltas se retiraron para evitar que cayeran accidentalmente en la cabeza de los fieles. Detalló que se cubrieron en primera instancia las grietas más grandes que llegaban a superar los 15 centímetros de apertura, sobre todo las que están frente a la capilla, para luego seguir por la nave central y bajar por la derecha a la torre. Los trabajos de reconstrucción se retrasaron gravemente a pesar de que desde 2010 estaban autorizados los recursos federales, pero debido a la negligencia burocrática del pasado ayuntamiento, se detuvieron los apoyos.
De acuerdo con el concurso para obtener recursos del Fondo para la Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos (Foremoba), las aportaciones económicas serían tripartitas por parte de la Federación, el ayuntamiento y la comunidad.
La promesa
Presuntamente, el ayuntamiento de Puebla tiene un proyecto de reconstrucción y mejora para el templo señalado, que se pondría en marcha una vez que lleguen los recursos que son aportación federal.
Al respecto el secretario de Desarrollo Urbano y Obra Pública municipal, Felipe Velázquez Gutiérrez, informó que los recursos serán aportados por el gobierno federal de una partida especial para inmuebles religiosos.
Sin embargo, aún no hay fecha límite para la espera de que el recurso baje al estado para poderlo aplicar en la atención del inmueble religioso que presenta graves afectaciones en su estructura por el tiempo y el clima.
Detalló que se trata de 750 mil pesos y a partir de ahí buscarán recursos a nivel estatal y municipal para realizar las obras. El ayuntamiento espera que antes de que concluya este año se pueda contar con el dinero suficiente para arrancar los trabajos y se rescaten este espacios que es uno de los primeros que se construyeron en la ciudad.
Por lo tanto, la comuna debería aportar 250 mil pesos, más otra cantidad similar por parte de la comunidad del barrio de Santa Ana y 250 mil pesos de la Federación por medio del Conaculta.