En el caso de las sanciones, por rebasar los decibeles de sonido, se aplicaron a empresas que distribuyen gas en cilindros, comercios y tiendas departamentales, mientras que en el caso de las clausuras se trataron de tres “antros” de la ciudad.
Al respecto, la presidenta de la Comisión de Ecología del cabildo, Verónica Mastretta Guzmán, resaltó que aun cuando la campaña obligó a que muchos establecimientos bajaran su nivel de ruido, en últimas fechas regresó el desorden debido a que los operativos no han sido constantes por falta de personal para realizarlos.
La regidora del Partido Acción Nacional destacó que las 100 multas que se aplicaron por rebasar el nivel de ruido, se aplicaron a empresas gaseras, una tienda de importaciones y varias tiendas departamentales que insistían en promocionarse con bocinas en las afueras de sus instalaciones.
En cuanto a las tres clausuras que se aplicaron, estas se realizaron a los bares La Franja Júnior, El Barzelona y El Bembo, mismos que de acuerdo con los reportes de los ciudadanos rebasaban los niveles de ruido.
En este sentido, la regidora dijo que esto ocasiona un grave desorden que hay en la emisión de ruidos que tanto afectan el sistema nervioso o causan paulatinamente afectaciones al oído tanto a sus empleados como a los ciudadanos.
La regidora poblana estableció que esta medida no es una persecución en contra de la forma de ganarse la vida de algunos ciudadanos o de perjudicar a grandes tiendas, sino regular la contaminación auditiva que no ha sido vigilada durante administraciones municipales anteriores.
Destacó que es fundamental regular el ruido en estos lugares debido a que está comprobado a la larga que ocasionan sordera o alteran los nervios, situaciones que se reflejan en el comportamiento hostil de las personas.
De esta forma, la regidora estableció que los decibeles permitido por la norma establecen que de 6:00 a 22:00 horas no deberá rebasar los 68 decibeles y de 22:00 a 6:00 horas los 65 decibeles.
Mastretta Guzmán detalló que en casos especiales, como los vendedores de películas o discos situados en cocheras o entradas de edificios y que superen los límites permitidos, se les requisarán las bocinas y éstas sólo les serán devueltas tras el pago de una multa; las sanciones máximas para quien haga ruido en Puebla ascienden hasta los 10 mil pesos, en caso de reincidencia se clausurará a quien insista en superar el límite sonoro.
Las sanciones más severas, que incluye la clausura de grandes comercios o tiendas departamentales, proceden cuando hay una reincidencia de los encargados de estos establecimientos.
La regidora panista aseguró que el ayuntamiento no bajará la guardia en establecer las sanciones que sean acreedores los ciudadanos que no respeten el reglamento, se trate de quien se trate.