En conferencia de prensa, el arzobispo comentó que por instrucciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se cerró una parte del templo ubicado en la calle 5 de Mayo, y sólo será utilizado para el culto 50 por ciento del recinto, esto se estima que será durante aproximadamente seis meses.
Indicó que la petición era que se cerrara de manera total el inmueble, pero ante la importancia que tiene para los miles de católicos no sólo de Puebla, sino de todo el país que llegan a venerar la imagen del Señor de las Maravillas, se optó por iniciar por la parte de atrás y recorrer las principales imágenes para que sean vistas.
Sánchez Espinosa indicó que cuando concluyan los trabajos en la parte trasera se harán las adecuaciones para que en ningún momento se suspenda el culto aunque el espacio será reducido, pero es necesario que se haga la restauración para evitar nuevos problemas.
En el caso del lienzo dañado, éste se trasladará a una capilla del templo del Hospitalito donde especialistas harán la restauración de la obra llamada “Patrocinio de la Virgen a la Orden Agustina”.
Ayer, en un recorrido por el lugar, decenas de fieles escucharon la misa dominical fuera del templo de Santa Mónica ante la falta de espacio, sin embargo al ser una calle peatonal no hubo problemas.
En espera del humo blanco
El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa consideró que será a más tardar a finales de esta semana cuando el Colegio Cardenalicio elija al nuevo pontífice, e indicó que en Puebla estarán atentos a las fumatas que salgan de la Capilla Sixtina.
Informó que en caso de que salga humo blanco en el transcurso de la semana será una hora después cuando las campanas de los templos de la arquidiócesis repiquen en señal de júbilo, además de que en ese momento se da a conocer al nombre del sucesor. Indicó que una vez que haya nuevo papa se va a organizar una misa con todos los sacerdotes de la diócesis para dar la bienvenida al nuevo pontífice.