Se trata de bardas, rejas, casetas de vigilancia, mallas, viviendas sin licencias, y hasta una casa que se construyó quedando en medio de un puente peatonal, situaciones que han sido frenadas por la administración municipal.
Hasta el momento se tienen dos mil denuncias de vecinos que exigen el retiro inmediato de este tipo de obstáculos que han cerrado literalmente el paso de vehículos o personas.
De estas, hasta el momento, la dependencia ha retirado poco más de 98 estructuras que son consideradas obstáculos en la vía pública, principalmente rejas y plumas que los vecinos colocan de manera irregular.
Al respecto, el secretario de Gestión Urbana, Felipe Velázquez Gutiérrez, aseveró que este tipo de obstáculos y construcciones ilegales mantienen a zonas residenciales, colonias y fraccionamientos literalmente cerrados.
El funcionario municipal explicó que la determinación de cancelar los permisos para la colocación de este tipo de obstáculos en vía pública es porque generan problemas entre algunos de los vecinos de estos fraccionamientos, que no están de acuerdo con este tipo de protección.
Velázquez Gutiérrez explicó que, cuando hay un retiro de obstáculos de la vía pública, en algunas ocasiones son ordenados por los jueces, y son derivados por las peticiones de ciudadanos que se sientes afectados; y, en otras ocasiones, por órdenes de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, quienes han emitido recomendaciones para el retiro de obstáculos en vía pública.
Y es que, mientras la pasada administración sólo ejecutó un total de ocho retiros de este tipo de estructuras, la administración actual lleva más de 98 casos en toda la ciudad.
Aseguró que La Calera, El Vergel, La Libertad, las Ánimas, San Manuel, El Mirador, así como casi todas las unidades habitacionales son considerados los puntos más problemáticos en este tipo de situaciones, ya que cualquier calle ha sido cerrada con una reja, plumas o hasta bardas completas.
Aseguró que para que se llegue a autorizar la colocación de este tipo de elementos, debe existir consenso por parte de todos los vecinos, es decir, si un sólo vecino está en contra, no se otorgará el permiso.
Otro de los casos es donde una vialidad no sea continuación de otra o, en su caso, no sea paso de una colonia a otra, sino tránsito local, de lo contrario no se otorgará un permiso correspondiente y se mantendrán los operativos para el retiro de estas estructuras.
Aseguró que en la actual administración pretende seguir cuidando mucho la parte de que los procedimientos de ejecución se lleven de manera impecable con la intensión de evitar el riesgo de perder los juicios de amparo, como normalmente ocurre, y tras un litigio, el municipio pierde el juicio y se vuelven a colocar estas estructuras.
Sin embargo, sentenció que la dependencia que encabeza ha sido muy clara en que, pese a las quejas, la ciudad no puede seguir amurallándose, ni cualquier colonia puede colocar este tipo de obstáculos públicos.
Por tanto, sentenció que la actual administración seguirá con el retiro de estos obstáculos pues una meta del ayuntamiento de Puebla es acabar con las afectaciones a terceros, generadas por este tipo de protecciones colocadas al inicio de colonias, y principalmente de fraccionamientos privados.