Para evitar la fuga de lixiviados del relleno sanitario del municipio de Puebla por las fuertes lluvias y que esto ponga en riesgo al contaminar mantos acuíferos, así como la barranca El Ahuaje, se implementará un monitoreo permanente de 24 horas en el lugar para aplicar acciones de mitigación.

De hecho, la empresa concesionaria RESA tiene la obligación de mitigar riesgos para impedir el desbordamiento de las lagunas de lixiviados, de lo contrario la comuna poblana tiene la capacidad de multarla en caso de presentarse alguna contingencia.

Al respecto, el secretario de Medio Ambiente y Servicios Públicos, Alejandro Fabre Bandini, precisó que la supervisión que se mantendrá en el basurero de la capital tiene la intención de fortalecer las estrategias para impedir escurrimientos de los líquidos que se generan por la descomposición de los desechos.

Indicó que las fuertes lluvias que se han registrado en la capital y las que se esperan en los próximos meses pueden rebasar la capacidad de almacenamiento de los lixiviados del lugar y, en consecuencia, generar un foco de contaminación.

Aseveró que la supervisión es permanente por parte de personal de la dependencia y de la empresa concesionaria RESA para prevenir cualquier anomalía en el funcionamiento de estos sistemas.

Fabre Bandini recalcó que se están supervisando los bordos que se encuentran protegidos con membranas especiales que evitan escurrimientos, así como paredes de contención internas, debido a que el terreno es de muy baja permeabilidad.

Además, el funcionario municipal afirmó que en este momento el relleno sanitario está funcionando adecuadamente sin generar contaminantes, escurrimientos o alguna situación que requiera de una atención inmediata.

De hecho, recalcó que la empresa concesionaria RESA mantiene el control de los residuos sólidos, toda vez que ha cumplido con todas las normas ambientales sobre el control de los desechos y además porque está invirtiendo recursos importantes para modernizar el lugar.

Incluso, destacó que han sido constantes las revisiones al lugar, en las cuales se han detectado algunas fallas menores que de inmediato son reparadas por la empresa que se encarga del servicio del confinamiento de los residuos.

Aseveró que incluso el año anterior aplicaron las multas económicas correspondientes cuando se presentaron algunas irregularidades en el manejo y control de los lixiviados.

En aquella ocasión en el mismo periodo se registraron escurrimientos producto de las fuertes lluvias registradas en 2011, por lo que se procedió a sancionar a RESA para reforzar las medidas de mitigación.

El funcionario precisó que no es con la aplicación de multas la solución a los problemas que se puedan presentar, sino obligando a la concesionaria con otros métodos a hacerse responsable del buen funcionamiento del tiradero municipal.