Este inmueble estaba bajo el escrutinio legal del ayuntamiento de Puebla, el cual consistía en realizar una evaluación para cuantificar las sanciones que se aplicarían a los responsables de destruir este edificio. Además, se estableció el retiro o demolición de la estructura metálica que fue instalada para albergar vehículos particulares que utilizarían este espacio para el estacionamiento de las unidades.
Sin embargo, desde la semana pasada, y violando una instrucción del gobierno municipal, se reiniciaron los trabajos pese a que no se resuelve la situación legal de esta casona.
La instrucción del Cabildo también estaba encaminada a ordenar la restitución del patrimonio histórico afectado en este inmueble, pero los dueños ignoraron esta determinación con el apoyo del INAH.
Fue el presidente de esta comisión, el regidor del PRD David Méndez Márquez, quien, junto con los regidores Matías Rivero Marines y Verónica Mastretta Guzmán, impulsó la detención de las obras y obligaba a los dueños a restituir los daños.
Pese a ello, esta instrucción se ignoró por parte de los propietarios del inmueble y desde hace una semana reiniciaron los trabajos en el lugar, a pesar de que la intención era hacer valer el respeto y cuidado al patrimonio edificado del municipio.
Tras hacer la revisión de las obras en el mes de febrero de este año en esta casona del siglo XVII se determinó que los dueños de este espacio cayeron en violaciones en la normativa municipal. Durante las obras de construcción de este estacionamiento se determinó, que por tratarse esta casona de un edificio catalogado, se violó la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, que protege estos espacios.
En el caso de las leyes municipales, se violaron diversos artículos del Código Reglamentario Municipal (Coremun) en cuanto a que los responsables no contaban con ninguna licencia de construcción que avalara estas acciones.
Se documentaron las afectaciones que se hicieron a este inmueble y eso que fue motivo del cierre de las obras por parte de regidores de Puebla y de personal de Obras Públicas del ayuntamiento.
La casona desafortunadamente fue destruida en su totalidad para dar paso a la construcción de un estacionamiento público de cuatro niveles sin las autorizaciones del ayuntamiento de Puebla.
En los recorridos hechos por el lugar se pudo documentar la presencia de estructuras metálicas que son ocultadas solamente por una de las fachadas internas del lugar.
También se realizaron excavaciones de una profundidad de por lo menos ocho metros en el subsuelo, como parte de una entrada subterránea, y se podía apreciar que los muros originales fueron dañados por la colocación de bardas interiores que taparon los elementos históricos del lugar.